Atender la salud mental será una prioridad en el nuevo curso cuando uno de cada tres escolares sufre acoso

Atajar el bullying o la depresión infantil es urgente tanto para Educación como para las AMPA

Los psicólogos piden disminuir la burocracia e implicar a toda la comunidad educativa

Un estudiante sentado en la escalera de su colegio, en imagen de archivo. | PILAR CORTÉS

Un estudiante sentado en la escalera de su colegio, en imagen de archivo. | PILAR CORTÉS / alejandroj.

Alejandro J. Fuentes

Alejandro J. Fuentes

Uno de cada tres jóvenes en edad escolar sufre acoso actualmente o ha sido víctima de bullying en algún momento de su etapa educativa, según las últimas estadísticas de la Asociación Española para la Prevención del Acoso Escolar (AEPAE). Un problema que ha ido creciendo de manera exponencial durante los últimos años y que se ha convertido en una de las principales preocupaciones de las familias de la provincia, de la Conselleria de Educación y hasta de la Organización de las Naciones Unidas.

Para atajarlo, los profesionales advierten de que es imprescindible evaluar, además de las calificaciones académicas, el clima en las aulas y en las zonas de recreo, así como reducir la burocracia para estos caso e implicar en ellos a toda la comunidad educativa.

Para la AEPAE, la prevención del acoso escolar debe presentarse como un tema de vital importancia para la vuelta al cole 2023-2024. Además, las principales confederaciones de AMPA de la provincia y de la Comunidad Valenciana coinciden en la urgencia de atajar este problema de raíz en las escuelas. Ruben Pacheco, presidente de la Fapa Gonzalo Anaya; Sonia Terrero, presidenta de Covapa; y Rafa Araújo, secretario técnico de Concapa; coinciden en que la atención a problemas como el acoso escolar o la depresión infantil deben ser absolutamente prioritarios en este curso que comenzará el próximo lunes.

De igual manera, la nueva dirección de la Conselleria de Educación, desde julio en manos de José Antonio Rovira (PP), ha fijado la lucha contra los problemas de salud mental como uno de los tres ejes principales sobre los que espera sustentar sus políticas educativas.

Cómo actuar

Nerea Ibáñez, psicóloga experta en Coordinación Parental, reconoce que en los últimos años se ha notado un incremento en el número de casos motivado por el uso creciente de las nuevas tecnologías, que ha modificado las formas de acoso, dando lugar al «ciberbullying».

En este sentido, considera que los centros escolares cumplen un papel fundamental, dado que los equipos docentes y psicopedagogos pueden intervenir más rápidamente al detectar cualquier anomalía. No obstante, también destaca el papel de las familias, que deben «sensibilizar a los menores ante el dolor ajeno» con el fin de que no lo oculten o se inhiban al presenciar conductas de acoso y que colaboren comunicándolo a los profesores o a sus familias.

Además, Ibáñez cree que es fundamental sensibilizar a los niños y niñas en el «apoyo a la víctima» y en la «no colaboración con el agresor, sea quien sea», para lo que contribuye fomentar un clima de diálogo en el que los jóvenes se vean validados por sus familias.

En la misma línea se pronuncia Andrea Ollero, vicedecana del Colegio Oficial de Psicología de la Comunidad Valenciana, quien defiende que los centros escolares deben ser «espacios de aprendizaje pero también de convivencia».

Por ello, para prevenir el sufrimiento de los más pequeños, cree que se deben fomentar los procesos de socialización, aceptación y respeto ante las diferencias, así como empoderar a los centros para resolver las dificultades al mismo tiempo que se implica a toda la comunidad educativa.

Para poder hacerlo, Ollero considera clave reducir los protocolos y la burocracia ante estas situaciones y evaluar el clima en el patio y el estado emocional en las aulas.