Entrevista | Auxi Javaloyes Psiquiatra infantil y juvenil

"El índice de suicidios en los menores ya era un tema muy grave antes de la pandemia"

La psiquiatra infantojuvenil nos atiende para hablar sobre la importancia de la atención preventiva de la salud mental en los menores y valorar el aumento de las patologías de carácter emocional

Auxi Javaloyes, psiquiatra infantil y juvenil

Auxi Javaloyes, psiquiatra infantil y juvenil / Jose Navarro

Con formación especializada en Psiquiatría del niño y del adolescente en la Región de Oxford (1993-2000) y con Título Europeo (CCST), Auxi Javaloyes tiene muchos años de experiencia atendiendo la salud mental en la etapa infantil y en la adolescencia. También es la directora de AUPSI.

¿Cuán importante es la atención integral en salud mental en niños y adolescentes?

Es muy importante. Afortunadamente hemos pasado del estigma absoluto y del miedo al psiquiatra y al psicólogo infantil a su progresiva normalización. Estamos en camino de que la población en general vaya entendiendo que la salud mental es probablemente la pata más importante de toda la salud.

Ejerce desde el 2001. ¿Ha visto un cambio en el tipo de patologías?

El autismo, por ejemplo, ha aumentado muchísimo en estos 20 años. Las cifras de niños con trastorno del espectro autista de tipo 1, los más leves, son mucho más frecuente ahora. A nivel pospandemia, por su parte, ha aumentado todo lo que tiene que ver con trastornos emocionales, con la ansiedad, con la depresión, con el no querer vivir, con las autolesiones... Según los estudios, estos casos han incrementado por tres. Si antes hablábamos de una prevalencia entre el 15 y el 20%, ahora mismo a nivel de síntomas se habla del 40-50% de los adolescentes con sintomatología dentro de ese perfil de problemas emocionales. 

¿Cómo se podría explicar este incremento?

Es una mezcla de dos cuestiones. Por una parte, hay una variable genética que tiene que ver con nuestros rasgos temperamentales. Hay menores con mucha más resiliencia, con mucha más capacidad de afrontar la adversidad y los hay que son más vulnerables desde el principio. Esto se suma a que educativamente nos encontramos con unas generaciones que han crecido con muy baja tolerancia a la frustración y con muy poco apoyo emocional porque se han puesto prioridades muy diferentes. Y cuando esos perfiles llegan a la adolescencia, se topan con crisis personales de identidad, de físico, de grupo de iguales, de dónde voy a encajar, de sentirme juzgado... A veces es una bomba en la que algunas cabezas no ven la salida. En la adolescencia se produce esa parte impulsiva y a veces poco reflexiva de poder entender que a lo mejor esto es una etapa y las cosas pueden cambiar, y en ese contexto el número de suicidios ha aumentado. 

¿Cómo se trabaja para prevenir estos casos?

Cada vez estamos más encima de ellos. Estamos atentos para identificar las señales de alarma de esos niños antes de su llegada a la adolescencia. Yo creo que por eso es importante la promoción de la salud mental y el desarrollo de talleres. Hay que empezar ya con 11 o 12 años a trabajar la autoestima, la solución de conflictos en toda la población, y luego tener esa capacidad de detectar esos perfiles más de riesgo. Si no se intervienen, acaban produciendo cuadros de ansiedad y de depresión, que tienen riesgo de ir a intentos suicidas.

¿La pandemia es causante directa del incremento de suicidios?

La pandemia ha traído sobre todo muchas más autolesiones, y estas casi nunca tienen que ver con los suicidios. Las autolesiones son un mecanismo de regulación de la ansiedad, y la pandemia ha generado mucha ansiedad que se ha acabado canalizado en autolesiones. Los suicidios en menores ya era un gran problema antes del coronavirus.

La psiquiatra Auxi Javaloyes, en el aula de actividades del centro AUPSI

La psiquiatra Auxi Javaloyes, en el aula de actividades del centro AUPSI / Jose Navarro

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¿A qué se deben esas autolesiones?

Los cortes liberan endorfinas y hacen que todas las emociones malas desaparezcan, haciendo que una persona se acabe enganchando a la autolesión. Esto está claramente relacionado con el estrés familiar, el paro, el dinero...

¿Y entonces los intentos de suicidio a qué responden?

Yo creo que es algo multifactorial.Se juntan perfiles de riesgo con experiencias negativas como acoso o situaciones familiares muy complicadas, y el menor soporta una mochila que de experiencias que se va cargando hasta que llega un momento en que pesa lo suficiente como para decir "se acabó". Respecto al incremento, he de decir que yo no creo que se deba a un efecto contagio. Las autolesiones, sin embargo, sí que tienen esa variable. Alguien que haya vivido esa experiencia puede transmitirle a otra persona la liberación que le ha producido autolesionarse, haciendo que el sujeto copie la acción.

El Consell está prometiendo un plan general en salud mental. ¿Cómo lo valora?

Es una ventaja que normalicemos los informes de salud mental igual que se hacen informes de salud general. No obstante, hay que atar bien toda la parte de la confidencialidad y del manejo de esa información. Lo que más me puede preocupar es cómo generar recursos a nivel profesional para que eso se lleve a cabo, porque al final vamos a lo mismo, a dinero y a profesionales. Pero un sistema que tenga un ojo puesto en poder detectar y derivar casos en estadios tempranos no suena mal.

¿Ve posible una coordinación de todos los sectores implicados?

Bueno, al menos este plan obliga a ello. Es imprescindible que en este tema se hable con todo el mundo. Nosotros desde aquí siempre intentamos, cuando llega un caso, coordinarnos con los orientadores escolares y con los profesores, porque al final el niño pasa media vida en los centros escolares y muchas veces los profesores saben más que los papás la situación del menor, sobre todo en la etapa adolescente. Ellos se blindan a las familias y es muy difícil que vayan a contar algo en casa.

Desde su centro ofrecen también cursos a los docentes.

Por supuesto, una parte importante de ese movimiento es empoderar al profesorado para que de verdad se crea que tiene esa capacidad que muchas veces ellos mismos no se ven. Y lo cierto es que saben mucho de los alumnos puesto que pasan mucho tiempo con ellos. El profesor puede entender mucho de matemáticas, pero a la vez le vendría bien saber de psicología.

¿Y cuál es el papel de las familias en este proceso?

Las familias siempre son esenciales, tienen un peso muy importante a la hora de la intervención. Si el diagnóstico tiene una carga mucho más biológica, como puede ser el tema del autismo, lógicamente ellos no lo van a curar, pero en los cuadros con un proceso más ambiental como la depresión o las ansiedades, ellos son una parte esencial como factor causal y curativo.

Pero esa relación puede ser muchas veces la causante del problema.

Sí, por eso tienen que cambiar muchas veces la manera de relacionarse con su hijo para conseguir que las cosas mejoren. Si ellos no cambian, pueden afectar de forma todavía más negativa al menor. La autoestima es el retorno que el mundo me da de lo que yo hago, y los padres son esenciales para trabajar con sus hijos la autoestima desde pequeños.