La Guardia Civil de Alicante vigila los olivares para frenar los robos de aceitunas tras dispararse el precio del aceite

Los agentes reforzarán los controles en las almazaras para garantizar que todo el producto que llega no tiene procedencia ilícita

Los agricultores temen quedarse sin la «cosecha de oro»

Agentes de la Guardia Civil han reforzado su presencias en las zonas de cultivo de olivos en la provincia de Alicante.

Agentes de la Guardia Civil han reforzado su presencias en las zonas de cultivo de olivos en la provincia de Alicante. / Juani Ruz

J. A. Martínez

J. A. Martínez

Los precios que está alcanzando el aceite han obligado a reforzar la vigilancia en los campos de la provincia de Alicante por parte de la Guardia Civil ante el temor de que se disparen los robos en la aceituna. Mayor número de patrullas, controles en las almazaras y la petición de colaboración ciudadana fueron las principales recomendaciones de una asamblea celebrada esta misma semana con el sector del aceite con el inicio de la campaña. Desde la Guardia Civil se ha detectado que existe una gran inquietud entre los productores que temen más que nunca el efecto de los robos, pero se insiste en que los datos señalan que la situación dista mucho de ser alarmante.

Se trata de una campaña que ya se ha hecho con otros cultivos en época de recolección. En unas semanas ya comenzó con la uva del Vinalopó y en su día también se hizo con la cosecha de cereza, aunque este año se encuentra en una situación muy deficitaria a causa de la sequía. La recogida de la aceituna comenzó hace un par de semanas y en un panorama de subida de precios de casi un 40 % por la escasez de aceite, habrá un dispositivo especial para la prevención de robos. Sobre todo, al valorar que el aceite se está convirtiendo en un producto de lujo, con precios disparatados y que este año hay previsión de que la cosecha sea buena en Alicante. Aunque Andalucía sigue siendo el principal productor del aceite de oliva y las cifras de cosecha de Alicante están muy lejanos de las de esa comunidad, se considera que este año tanto en las zonas de El Comtat y de la Marina Alta la producción será buena. Sobre todo después de que el año pasado hubiera muchas pérdidas por culta de la sequía. Un caldo de cultivo perfecto para que los amigos de lo ajeno se puedan ver tentados de tratar de sacar tajada.

Por este motivo, se ha montado un dispositivo especial tras una asamblea en la que estuvieron presentes agricultores, como otras entidades entre las que se encontraban las cooperativas y las almazaras. Para esta campaña se han reforzado los cuarteles tanto de Cocentaina como de Muro de Alcoy, mientras que el Equipo Roca de la Guardia Civil, que tiene su sede en Ibi y que está especializado en los robos en el campo se va a incrementar también la vigilancia en las zonas dedicadas al cultivo del olivo. Pero también se extremarán los controles en las almazaras para controlar que la procedencia del género que tienen allí es lícita.

La campaña de la oliva ha comenzado hace un par de semana y la previsión este año es de alcanzar una buena cosecha.

La campaña de la oliva ha comenzado hace un par de semana y la previsión este año es de alcanzar una buena cosecha. / Juani Ruz

Aunque la Guardia Civil va a hacer un esfuerzo para tener vigiladas las zonas susceptibles de sufrir robos de cosecha, también se ha planteado la seguridad ciudadana. «Estamos hablando de pueblos pequeños, donde se conoce todo el mundo. Incluso quiénes son de fuera pero están trabajando en alguna de las fincas», explicó a este diario Teresa Alemany, técnico de la Asociación Jóvenes Agricultores de Alicante (Asaja). De esta manera, una de las vías para facilitar esta colaboración ciudadana es vigilar que no haya vehículos sospechosos. Y, en caso de detectar alguno, no enfrentarse con ellos directamente, sino dar parte a la Guardia Civil y aportarles toda la información que puedan, si es posible hacer alguna fotografía, para que ellos hagan su trabajo.

Parcelas pequeñas y dispersas

Alemany incidió en que para los agricultores a veces es complicado el poder contar con sus propias medidas de seguridad, «porque no estamos hablando de grandes fincas en las que se concentran todos los olivos. Son más bien pequeñas y dispersas, muy separadas entre sí. Aquí el la montaña es inviable el poder vallarlas todas», aseguró.

El otro de los puntos de control son las almazaras, el lugar donde los posibles ladrones podrían tratar de intentar dar salida al género robado. Motivo por el que se van a extremar los controles a la hora de solicitar la documentación que acredite de dónde viene la oliva. En dicha reunión, los agentes han dado instrucciones a las almazaras sobre la documentación que se debe de pedir cuando entre un cargamento de oliva. En especial cuando se trata de un transportista que lleva la cosecha de un tercero, por lo deberá aportar tanto la documentación de la finca de la que procede, como del permiso para transportarla, explicó Hugo Quintanilla, responsable de la sectorial de aceite de oliva de Asaja. Del mismo modo, también se harán inspecciones en las almazaras para comprobar la procedencia del género que tengan, motivo por el que es importante que tengan también toda la documentación preceptiva.

«Desde la Guardia Civil nos han dejado claro que no se trata de molestarnos o no dejarnos hacer nuestro trabajo, sino de hacer visible que están ahí para ayudarnos en lo que necesitemos», dijo Alemany.

Fuentes de la Guardia Civil explicaron que por el momento no se había producido un incremento desorbitado de los robos de aceitunas. «Desde que ha empezado la campaña, sólo tenemos constancia de una denuncia y el autor fue identificado y detenido y el género recuperado», señalaron estas fuentes. Aunque se ha detectado que existe mucha alarma entre el sector, demasiada para la situación real. Entre los propios agricultores se habla de compañeros que se habían encontrado con que un grupo de desconocido se había llevado en un camión toda la cosecha durante un fin de semana.

Alarma social

Municipios como La Vila Joiosa adoptaron la decisión de autorizar a los vecinos a recoger olivas de los espacios públicos a fin de que en este panortama de escasez estos frutos no se pierdan. Para hacerlo había que estar previamente inscrito en un registro. Estos mismos recolectores deben aportar la documentación si no quieren encontrarse con alguna situación incómoda en caso de que se la requiera la Benemérita. «Alguno se ha encontrado con que el olivo que tenían asignado estaba vacío», señaló Quintanilla, quien también expresó la dificultad que tenían las almazaras para verificar que la carga que les llevaban se correspondía con la documentación aportada.

 Desde la Benemérita se considera que por el momento los robos no se han descontrolado pero que se estaban adoptando medidas preventivas precisamente para evitar que se cometieran.

Previsión de 8.000 toneladas de aceite

La producción de aceite en la provincia de Alicante puede llegar este año a las 8.000 toneladas, según las previsiones de la última reunión de la sectorial del aceite de Asaja. Una cifra muy lejana del más de medio millón de toneladas previsto en Andalucía o las 65.000 de Extremadura, pero que ayuda a paliar el temor al desabastecimiento de este producto que lleva meses con los precios disparados a causa de la escasez.

El equipo Roca de la Guardia Civil está especializado en investigar los robos en el campo.

El equipo Roca de la Guardia Civil está especializado en investigar los robos en el campo. / Juani Ruz

Aunque la cifra es buena, desde Asaja también se analizan los datos con precaución. «Los rendimientos están siendo más bajos de los normales este año, de entre diez y un doce por ciento, cuando otros años lo normal ha sido entre un 14 y un 17 por ciento», explicó a este diario Hugo Quintanilla responsable de la sectorial del aceite de Asaja en Alicante. Para conseguir un litro de aceite, hacen faltan un promedio de entre cuatro y cinco kilos de aceitunas. Este bajo rendimiento está causando que sean necesarios más kilos de aceitunas para obtener la misma cantidad. Una situación de la que los agricultores culpan al tiempo. Las temperaturas han sido extremas este verano, aunque inicialmente parecía que no había tenido impacto en la cosecha. 

La técnico de Asaja Tere Alemany señaló que a causa de la climatología las campañas cada vez empiezan más pronto. ya ha empezado. «Climatología está rara, y el aceite de más calidad se hace en verde, cuando se quiere recuperar esos aromas, los sabores ferutales. Por eso cada vez se empieza antes», explicó. El aceite ecologico es el primero que empieza y luego es el turno del convencional. «Este año ha fallado alguna variedad específica, en la misma parcela algún olivo no tiene la carga correspondiente. Pero es que el año pasado la cosecha fue cero porque algunos árboles quedaron dañados, sin hoja y sin fruto», dijo Alemany.

La Comunidad Valenciana es, según las previsiones del Ministerio de Agricultura, la cuarta de España donde se esperan mejores cosechas, con 18.194 toneladas. De las tres provincias, Alicante es la que espera recoger mejores cosechas en una campaña que habrá terminado a comienzos de diciembre. Una campaña corta pero productiva.