Alicante gasta 160.000 euros en cambiar farolas instaladas hace solo dos años en la Explanada

Los hosteleros de la zona denuncian que las nuevas luminarias invaden sus terrazas, haciéndoles perder mesas e impidiendo el uso de algunos toldos

El gobierno local asegura que las unidades retiradas se reubicarán en otro lugar de la ciudad, aún sin definir

Una de las terrazas afectadas, ocupada por el vallado para el cambio de la iluminación.

Una de las terrazas afectadas, ocupada por el vallado para el cambio de la iluminación. / Jose Navarro

Alejandro J. Fuentes

Alejandro J. Fuentes

En agosto de 2021, el Ayuntamiento renovó alumbrado público de la zona de hostelería de la Explanada. Unos trabajos que se incluyeron dentro de la segunda fase de las obras del paseo y que supuso un quebradero de cabeza para los negocios por los retrasos y las pérdidas acumuladas. Ahora, apenas dos años después, el gobierno local ha invertido 160.000 euros más en volver a cambiar las luces por un modelo «historicista», con un objetivo únicamente por cuestiones estéticas.

La decisión ha indignado a los dueños de los negocios de la zona. No solo por el «despilfarro» que supone para ellos renovar una veintena de puntos de luz que estaban «prácticamente nuevos» y que funcionaban correctamente, sino porque la sustitución también ha modificado la ubicación original de las farolas, haciendo que invadan parte de las terrazas. Un cambio que, para los restaurantes, se ha traducido en menos mesas y en toldos que no pueden abrirse adecuadamente porque chocan con los nuevos postes de las luminarias. 

Carol Fontecha, encargada del restaurante Nou Savoy, atendía la dos únicas mesas que tenía ocupadas este miércoles por la tarde sorteando el vallado de la empresa encargada de las obras. Entre ambos grupos de comensales, dos postes de luz: uno nuevo y otro que lo es todavía más. «No tiene ningún sentido. Nos han tenido durante meses la acera levantada, luego la carretera cortada, ahora las obras del final de la Rambla y por si fuera poco, esto», señala. La hostelera lamenta que, debido a las pérdidas generadas por las distintas fases de las obras de reurbanización, han tenido que recortar la plantilla. «Tuvimos que despedir personal porque el negocio tenía que sobrevivir», lamenta.

En la misma línea se pronuncia Sergio Pérez, del restaurante Abarrote. Aunque su terraza es una de las pocas que no se han visto afectadas por los cambios del alumbrado, sí recuerda que «el verano ha sido muy malo». Al igual que su compañera, Pérez lamenta el lento avance de los trabajos de reurbanización del lateral del paseo: «Nos han dicho los operarios que acabarán, si todo va bien, en febrero. Pero es que ya tendrían que haber acabado hace meses, así que vete tú a saber...».

Una situación que ya desespera a los dueños de los negocios hosteleros de la zona. La presidenta de la Asociación Explanada-Canalejas, María José Delgado, asegura que el Ayuntamiento está acotando cada vez más el espacio de sus terrazas: «Al hacer el carril bici se dejó el espacio justo para las mesas, pero es que ahora las farolas cortan directamente los toldos de algunos locales, por lo que muchos negocios pierden mesas o no podrán cubrirlas cuando llueva».

En cuanto a los planes del Ayuntamiento para subsanar las pérdidas ocasionadas por las obras (para lo que se ha constituido una comisión municipal), Delgado defiende que «ni nos han pedido nuestra opinión ni nos han dicho absolutamente nada de compensaciones, pero la realidad es que desde el covid estamos encerrados entre obras».

¿Nueva ubicación?

El futuro de las farolas que se van a retirar está en el aire. En un primer momento, el concejal de Urbanismo durante el pasado mandato, Adrián Santos Pérez, planteó que se ubicaran en el Parque del Mar (que debe cerrarse al anochecer porque carece de iluminación). Sin embargo, fuentes municipales han confirmado a INFORMACIÓN que, en estos momentos, «se está valorando la ubicación más adecuada» pero que esta no será la propuesta por Pérez «porque no son suficientes y este espacio requiere un proyecto propio de iluminación».

Por su parte, la oposición municipal también ha criticado la decisión del equipo de gobierno. El portavoz de Compromís, Rafa Mas, señaló que «nos están estafando» y que el cambio de luminarias supone «un despilfarro de dinero público». Para el edil de la coalición valencianista, «no se entiende un gasto de miles de euros en cambiar farolas nuevas que llevan solo dos años». De igual manera, su homólogo en Esquerra Unida-Podemos, Manolo Copé, considera que se trata de «una decisión política» y cree que «no tiene sentido volver a invertir una cantidad tan grande de dinero en cambiar unas farolas que funcionan perfectamente». Para Copé, errores como «llegar tarde a subvenciones o no conseguir renovar el parque móvil de la Policía Local corresponden a un patrón que se llama incompetencia».