Las obras del centro de Alicante eliminan una decena de aparcamientos para personas con discapacidad

Las recientes obras de peatonalización que se han llevado a cabo en diferentes calles del centro de Alicante no solo han recuperado espacio para el peatón y ensanchado las aceras, también han eliminado numerosas plazas de aparcamiento, entre ellas, en torno a una decena de las que estaban reservadas para personas con diversidad funcional.

En concreto, solo en el eje conformado por la avenida de la Constitución y la calle Bailén, ya se han eliminado siete estacionamientos destinados a este tipo de usuarios. Seis de ellos, los de Constitución, eran plazas de aparcamiento libre, para cualquier persona que dispusiera de la tarjeta correspondiente. El séptimo, en la calle Bailén, contaba con un horario destinado a un conductor específico y, durante el resto del tiempo, era de aparcamiento libre para personas con diversidad funcional.

Un parque artificial y poco accesible en Alicante

Ahora, los usuarios de esos aparcamientos no disponen de una sola plaza específica en los más de 20.000 metros cuadrados del eje que se ha peatonalizado recientemente. Una situación que ha indignado a varios usuarios, quienes han señalado a INFORMACIÓN que, pese a las mejoras peatonales en el vial, se sienten discriminados por haber perdido esos espacios reservados para personas con unas necesidades concretas.

Para Luis Vañó, presidente del Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad en la Comunidad Valenciana, lo que se ha hecho es «facilitar el paso de peatones, pero no mejorar la accesibilidad», ya que, pese a que considera acertado que se elimine espacio al vehículo privado en favor de las personas que van a pie, sostiene que es «inadecuado» la eliminación del aparcamiento destinado a quienes tienen diversidad funcional o movilidad reducida.

Nueva ubicación

En cuanto a la posible solución para este conflicto, el presidente del Cermi en la Comunidad lo tiene claro: crear nuevos aparcamientos en la misma zona, dentro de las posibilidades urbanísticas.

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En este sentido, Vañó afirma que si las obras realizadas han obligado a eliminar esas plazas de parking, lo que debería hacer el Ayuntamiento «desde una perspectiva 100% accesible» es reubicarlas en otro espacio cercano, «a poder ser en las calles colindantes o en las más próximas donde sea posible».

En caso de que no sea así, apunta, «se estaría permitiendo que se elimine un elemento fundamental y muy necesario en las ciudades y negando su libre movilidad a las personas que necesitan estos aparcamientos específicos».