La Diputación rechaza convertir el antiguo cine Ideal de Alicante en un centro Thyssen

El organismo provincial descarta el proyecto planteado por Baraka debido a su elevado coste de dos millones de euros anuales

La propiedad deberá plantear un nuevo uso después de barajar la sede del museo y un hotel de lujo

El interior del edificio que acogió el cine Ideal en Alicante.

El interior del edificio que acogió el cine Ideal en Alicante. / Alex Domínguez

Alejandro J. Fuentes

Alejandro J. Fuentes

Vuelta a empezar con el edificio del antiguo cine Ideal de Alicante. La Diputación ha rechazado definitivamente el proyecto para convertir el inmueble en un centro Thyssen por su elevado coste, lo que devuelve a Baraka (la mercantil propietaria) a la casilla de salida: deberá proponer un nuevo uso después de descartar la construcción de un hotel de lujo y ahora también la sede del museo.

En un primer momento, los planes de la nueva propiedad pasaban por construir un alojamiento turístico de alto nivel. Un proyecto que contaba con un difícil encaje técnico dada la protección especial del edificio, que obligaba a mantener tanto los huecos de la fachada (impidiendo abrir nuevas ventanas) como la volumetría interior de los palcos y la zona de la pantalla. En octubre de 2022, en torno a un año después de adquirir el inmueble, la empresa de Trinitario Casanova se puso en contacto con la Diputación para hacerle llegar una segunda idea. En este caso, una propuesta cultural basada en acoger el Centro de Innovación Cultural «Carmen Thyssen», un espacio de tecnología avanzada que contaría con 50 obras propias de reconocidos autores y recibiría exposiciones temporales de cuadros de la baronesa.

Baraka explicaba cuando desveló su proyecto que, en total, contaría con una inversión de 25 millones, donde se incluiría el coste de la compra del edificio -que se ejecutó a principios de 2022-, la rehabilitación -que ya se solicitó a Urbanismo para albergar un hotel de cuatro estrellas- y la puesta en marcha del centro cultural. «Suponemos que no habría problemas urbanísticos porque tanto el Ayuntamiento como la Generalitat siempre han querido dar un uso cultural al inmueble», aseguraban hace unos meses desde la empresa.

Tiempo después, ya a principio de 2023, los responsables de la mercantil comenzaron a impacientarse. «Habiendo transcurrido varios meses desde la propuesta y respondiendo a todas las aclaraciones solicitadas, la empresa espera que no más tarde del 15 de febrero nos manifiesten de forma expresa su decisión al respecto, ya que consideramos que las obras de acondicionamiento del edificio deben de empezar de forma inmediata para el uso cultural que se ha propuesto, coincidiendo con la peatonalización del entorno y así crear un espacio lúdico y agradable para los alicantinos», señalaban entonces desde la compañía murciana. 

Sin embargo, según ha podido saber INFORMACIÓN, los técnicos del organismo provincial han descartado la idea de forma definitiva. El motivo, según fuentes de la Diputación, ha sido principalmente el alto coste del proyecto planteado por Baraka: la institución que dirige el popular Toni Pérez tendría que haber asumido un gasto de dos millones anuales durante un plazo, según reclamaban los propietarios, de dos décadas. Un montante total de en torno a veinte millones de euros que, para los funcionarios, dada la situación actual del mercado, se ajusta más con la compra de un inmueble similar que con el arrendamiento. 

Los propietarios: «La Diputación no tenía interés real»

La noticia del rechazo de la Diputación al proyecto del centro Thyssen ha pillado por sorpresa a la mercantil propietaria del inmueble. Fuentes de Baraka consultadas por este diario aseguraron ayer que todavía no les había sido notificada la decisión.

De hecho, los responsables de la mercantil apuntaron que, durante los casi 12 meses de deliberación, ningún representante de la institución provincial se ha puesto en contacto con ellos para conocer más detalles sobre el plan cultural o entablar una negociación sobre el presupuesto, por lo que consideran que no existía «un interés real».

Sin acuerdo

Tras años de presión social para que las distintas administraciones se hicieran con el inmueble y lo destinaran a un uso público, la compra del antiguo cine Ideal se incluyó en los presupuestos participativos de la Generalitat (en tiempos del Botànic) con un presupuesto total para su compra y rehabilitación de 5,5 millones de euros. Un importe que distaba mucho del precio de venta que exigían los anteriores propietarios de seis millones únicamente para la adquisición del edificio, remodelación aparte. 

Finalmente, en julio de 2022, la Junta de Valoración de Bienes del Patrimonio Cultural Valenciano, acordó que el Consell debía «atender al valor real del edificio marcado por los técnicos expertos para tal finalidad», por lo que no era «viable» adquirir un inmueble por un importe superior al real, ya que los fondos económicos públicos no debían entrar «en el plano especulativo».