Más de 13.000 viviendas en la provincia de Alicante tendrían el mismo material inflamable que el edificio de València

El inmueble tenía una fachada ventilada, una forma de construcción habitual, que contiene un componente plástico que se inflamó con rapidez ocasionando un incendio virulento avivado por las fuertes rachas de viento y el efecto chimenea

Desarrollo urbanístico en el PAU 5 de Alicante.

Desarrollo urbanístico en el PAU 5 de Alicante. / INFORMACIÓN

Lydia Ferrándiz

Lydia Ferrándiz

Solo el 1 % de las viviendas de la provincia tendría en sus fachadas el mismo material inflamable que el edificio de València que este jueves por la tarde ardió de forma descontrolada ocasionando la peor tragedia que ha vivido la ciudad desde el accidente de metro. Un dato, que si bien refleja que la inmensa mayoría de inmuebles construidos en Alicante son seguros, abre la puerta a cuestiones acerca de seguridad y revisión de protocolos que hasta el momento no entraban a formar parte del imaginario de la población.

Entre las causas que podrían estar detrás de la virulencia con la que se produjo este fuego estaría, según un comunicado emitido por el Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Industriales de Valencia (COGITI Valencia), el uso del "polieuretano" como el material causante de la voracidad de las llamas y el color del humo. La perito de COGITI y experta en incendios, Esther Puchades, ha explicado que “no podemos asegurar que sea ningún material en concreto hasta que no concluya la investigación. En base a mi experiencia, lo que está claro es que alguno de los materiales de la fachada tiene componentes plásticos, y se inflamó rápidamente, dejemos trabajar ahora a los profesionales para aclarar las causas de este siniestro”, aclara Puchades.

En cuanto a la seguridad en la provincia de Alicante, Salvador Ivorra, vicerrector de Infraestructuras de la Universidad de Alicante, ha señalado que la mayoría de los edificios construidos en Alicante están hechos con "otro tipo de cerramientos" diferente al polieuretano en la fachada, como ladrillo, piedra u hormigón prefabricado que proporcionan una mayor protección contra incendios. "En esa fachada había combustible y era muy potente, si no, no se habría expandido el fuego tan rápido. Pero también hay que tener en cuenta otros factores, como que había mucho aire, algo que podría haber avivado las llamas, pero no es suficiente. En la Universidad hacemos estudios con diferentes materiales y para lograr la virulencia de un incendio de estas condiciones hemos necesitado usar gasolina y piezas de madera para lograr llamas de este tipo", aclara Ivorra.

Sin embargo, el vicerrector de Infraestructuras de la Universidad de Alicante ha aclarado que este tipo de materiales no son los más habituales en las fachadas que pueden encontrarse la provincia, por lo que, que ocurriera un incendio de estas magnitudes, no es un problema que deba preocupar de forma excesiva a los propietarios de inmuebles. "El 99 % de los cerramientos de fachadas que hay en Alicante son de ladrillo tradicional o de hormigón prefabricado con los que no hay ningún problema porque tienen una resistencia muy alta a los incendios y es muy difícil que lleguen a prender. El caso ocurrido en València no es lo común, es muy raro y las probabilidades que pase algo similar en Alicante son muy reducidas", indica Salvador Ivorra.

En total, en Alicante hay construidas 1,3 millones de viviendas, según últimos datos del Instituto Nacional de Estadística, por lo que más de 13.000 viviendas podrían contener en sus fachadas algún material de este tipo. "No sabemos cómo se originó el fuego, sí que vemos que es un apartamento concreto y que a partir de ahí se extiende y llega al exterior. En mi opinión el material ha ardido muy rápido y el aire ha avivado mucho el incendio provocando un efecto chimenea que ha llevado las llamas de las zonas inferiores a las superiores", explica Ivorra.

Y es que, en el punto de mira, junto al polieuretano empleado en la construcción de la fachada del inmueble, se encuentra este fenómeno conocido como "efecto chimenea". Este se produce cuando el aire caliente dentro de un edificio se eleva y escapa a través de las aberturas que pueden encontrarse en los huecos del ascensor o en las escaleras, creando una corriente ascendente. Esta, crea una vacío que succiona el aire más frío desde abajo, alimentando el fuego y permitiendo que se propague rápidamente. En el caso de un incendio en un edificio, este efecto puede ser peligroso, ya que puede hacer que las llamas se extiendan más rápido de lo normal, poniendo en riesgo a las personas que se encuentran dentro y dificultando las labores de extinción del fuego.

La tragedia recuerda a los expertos incidentes similares como el ocurrido en la torre Grenfell Londres en 2008 o al de la torre Windsor de Madrid en 2005, según detalla el arquitecto Antonio González, profesor de Estructuras en la Universidad de Alicante. "El incendio se desarrolla porque hay material combustible en el edificio. Parece que se vendía como un acabado de cierto lujo con un revestimiento especial que parece que es donde se ha detectado el problema, lo mismo ocurrió con el incendio de la torre Grenfell de Londres, donde se puso en cuestión el revestimiento de la fachada que tenía placas artificiales que eran más sensibles al fuego que aquellos que están hechos de piedra", recuerda González.

"De todas formas es muy extraño que un incendio se propague tan rápido, normalmente se queda en la zona o en las habitaciones que se ha producido y poco más. Puede que si el edificio hubiese tenido una fachada más convencional el incendio habría sido más localizado y no se habría desplazado", indica el arquitecto. "Es una situación que llama la atención porque las normas de seguridad en edificios son muy estrictas, pero como pasó después del incendio de Londres, puede que se endurezcan para poner fin a edificios con acabados similares", destaca González.

El arquitecto recuerda que hacer un edificio es un procedimiento, que aunque se haya iniciado en 2006, pasa por un procedimiento técnico extenso que requiere una memoria amplia en materia de incendios. "En la memoria de justificación del proyecto hay que hacer un proyecto bastante extenso que justifique el plan antiincendios, incluso hace 15 años. Además, después este proyecto pasa por el colegio, por una entidad de control, por Ayuntamiento...algunos incluso por el ministerio de Industria. Hay muchos controles y la responsabilidad ahora deberá verse ante el juez", asegura Antonio González.

Materiales en duda

Las fachadas ventiladas son un sistema constructivo esencial que consta de una hoja interior, una capa aislante y una hoja exterior no estanca. Este método se utiliza ampliamente debido a su durabilidad y capacidad para proporcionar un buen aislamiento térmico. Sin embargo, lo que inicialmente parecía un siniestro más, ha dado lugar a una serie de interrogantes sobre la seguridad de las construcciones y la elección de materiales en el sector inmobiliario.

Jose Manuel Roman, experto del Colegio Territorial de Arquitectos de Alicante, ha señalado que este tipo de revestimientos de pelieuretano o con materiales derivados son "de un uso muy extendido" en edificación porque tienen unas propiedades aislantes "muy buenas". "El material se está utilizando, pero tiene sus limitaciones, actualmente contamos con una normativa que, si bien entró en funcionamiento en el año 2006, se ha ido renovando con el paso del tiempo y en el año 2019 tuvo su última actualización sobre normas de prevención de incendios en edificios", recuerda Roman.

La normativa vigente sobre prevención de incendios en edificios es estricta y se ha endurecido con el tiempo. "Es muy extraño que un incendio se propague tan rápido, aunque este material se esté usando es muy inflamable y tiene sus limitaciones y restricciones por lo que debe colocarse de una forma muy concreta siguiendo unas normas estrictas para minimizar los riegos. Por ejemplo, la sectorización de espacios en este tipo de fachadas es una técnica que se emplea para evitar que el incendio no viaje mucho por la fachada y tenerlo localizado, así como los materiales envolventes que ejercen una resistencia elevada y que minimizan las consecuencias", explica Jose Manuel Roman.

El incendio plantea interrogantes sobre si se han seguido adecuadamente estas regulaciones en el edificio afectado. "Hay otra característica y es que estos materiales no deben estar colocados a partir de los 10 metros de altura porque son espacios donde los bomberos ya llegan con bastante dificultad y por ley no se pueden colocar para que no ocurran situaciones de estas características", señala el arquitecto.

A pesar de las preocupaciones, Jose Manuel Roman señala que "no es un problema generalizado". "Hay muchos controles en la construcción y en el uso de estos materiales. La normativa es muy específica en cuanto a los materiales permitidos y su comportamiento contra el fuego, nunca hay riesgo cero, pero este proyecto ha superado una revisión y hay muchos técnicos detrás de él, por lo que pensamos que debe haber sido un accidente", indica Roman.

Precisamente, desde Asociación Provincial Promotores Viviendas Alicante (PROVIA), han querido lanzar un mensaje de confianza a la ciudadanía sobre la calidad de los proyectos inmobiliarios que se ejecutan en la provincia de Alicante. "El sector promotor de la provincia de Alicante es reconocido como uno de los más profesionales y exigentes, tanto en el proceso de construcción como en los materiales seleccionados", ha experesado la entidad en un comunicado en el que ha defendido el "cumplimiento de las normas técnicas y de edificabilidad, así como los principios de seguridad en el proceso de construcción y durante la vida útil de las edificaciones, así como respeto máximo a los criterios de seguridad en la construcción a todos los niveles, contra los incendios, por episodios sísmicos, inundaciones, o cualquier otra situación de riesgo".

Estructura

Tras la incertidumbre de los primeros momentos, después del fuego vienen las cuestiones acerca del esqueleto que mantiene en pie el edificio: la estructura. "Por lo general lo más común es que la estructura de este tipo de edificios, como los de la mayoría que se han construido en la Comunidad Valenciana, sean de hormigón por lo que aunque el incendio sea fuerte es improbable que colapse. Es diferente cuando se trata de estructuras metálicas, como las de las Torres Gemelas, que cedieron más rápido, por ejemplo, el Windsor estuvo ardiendo más de 24 horas y la estructura no cayó porque es segura", recuerda Antonio González, profesor de Estructuras en la Universidad de Alicante.

Un edificio construido en la provincia en los últimos cincuenta años tendrá una estructura de hormigón, según señala González. "Un edificio de los que se hace hoy en día de hormigón armado aunque sufra un incendio virulento es difícil que colapse y quede fuera de servicio, pero los de estructura metálica o de madera son más peligrosos. En la provincia hay todo tipo de edificios pero la mayoría tienen menos de 50 años porque se hicieron a partir de los años 80 y en el boom inmobiliario, por lo que frente a un incendio no habría peligro grave de colapso", indica el profesor.

El vicerrector de Infraestructuras de la Universidad de Alicante, Salvador Ivorra, ha señalado que "la estructura se ha comportado bien". "Lo más probable es que ese edificio no se pueda volver a usar y habrá que derribarlo, pero no se sabe todavía si el daño provocado por las llamas hará que haya colapso, hay que esperar a que los peritos emitan su veredicto, ya que ellos son los auténticos especialistas", asegura Ivorra.

Por su parte, el arquitecto Jose Manuel Roman, ha señalado que se trabaja "con una seguridad altísima en la estructura, y creo que no se ha visto afectada". "Sin embargo, será necesario que los peritos confirmen si existe una ruina técnica o si merece la pena continuar con la evaluación", agrega. "Estamos comprometidos siempre con la seguridad, y a nivel de material, se hace todo lo posible para minimizar su impacto. Aunque pueda parecer muy vistoso, es posible que la estructura no esté afectada", afirma Roman.

Prevención: la única solución

"Es un operativo horroroso, no hay forma de parar un incendio como este, solo la prevención puede ayudarnos en estos casos", asegura el ex jefe de Bomberos de Alicante, Eduardo Aragolaza, anteriormente subjefe del cuerpo de Bomberos de Vitoria-Gasteiz. "El código técnico de la edificación, implementado desde hace años, establece pautas para limitar la propagación de incendios tanto en el interior como en el exterior de los edificios. Lo malo es que este edificio en 2006 estaba en construcción, que fue cuando la norma entró en vigor en noviembre, pero si el edificio ya estaba en construcción, no se podía aplicar la nueva normativa", aclara Aragolaza.

"La propagación de las llamas era brutal, era como coger una hoja de papel y quemarla por abajo, en dos segundos te quemas la mano", explica Aragolaza. "En este trabajo puedes jugarte la vida para salvar a alguien, si el edificio se quema entero, pero hay posibilidades de salvar a una persona vale la pena entrar, pero ahí los bomberos hicieron lo que había que hacer: intentar salvar al mayor número de personas posibles aunque el fuego les superase", indica el exjefe de Bomberos.

Por otro lado, Aragolaza enfatiza la excepcionalidad del comportamiento del fuego en este incidente. "Lo normal es que este incendio hubiera llegado a la planta de arriba, pero no fue así. No hay cuerpo de bomberos en el mundo que sea capaz de controlar ese fuego, su comportamiento era increíble", observa con asombro.

Sin embargo, reconoce que la rápida propagación del fuego y la intensidad del humo hicieron que la situación en este caso fuera particularmente peligrosa. "Es peligroso decir que lo que había que hacer era salir, en un 95% de incendios en España es mejor no salir y quedarse en casa. Desalojar en un incendio siempre es peligroso por el humo, hay mucha gente que pierde la vida por el humo cuando intenta huir de un incendio, nosotros siempre recomendamos que lo mejor es permanecer en el domicilio. Este es un caso excepcional que no debe servir de ejemplo ni de crítica a la población", aconseja el bombero.

Aragolaza señala que fue un desafío para los bomberos de València, pero lo habría sido para cualquier cuerpo. "Bomberos de Valencia son como un Ferrari en términos de material, personal y tiempo de respuesta, y aun así, mira lo que ha pasado. Son unos profesionales capaces de acudir a cualquier emergencia en menos de cinco minutos, como los de Alicante, Barcelona o Madrid, esto ha sido un accidente", lamenta.