Emoción por la vida y muerte de Cristo en Alicante

Uno por la mañana y otro por la noche. Alicante ha sentido su más admirada devoción por partida doble con dos vía crucis celebrados durante el sábado 2 de marzo. De esta forma, la ciudad ha mostrado su adoración a Jesús de Nazaret, exhibiendo los diferentes momentos vividos por Cristo hasta su crucifixión, sepultura y posterior resurrección.

El primer acto, organizado por la Junta Diocesana de Cofradías y Hermandades de Semana Santa, ha arrancado a las 11 horas de la mañana, con salida desde la Ermita de la Mare de Déu de Loreto. Se trataba de un vía crucis diocesano por el Año Jubilar de la Santa Faz al que han acudido unas cincuenta personas.

Durante su recorrido, la cruz ha inundado de simbolismo una ruta con varias paradas y lecturas que ha desembocado en una Santa Misa realizada en el Monasterio de la Santa Faz. El acto ha estado secundado también por la participación de Juntas Mayores y cofradías de la Diócesis.

Por su parte, a las 20 horas de la noche, era el turno de la segunda devoción, a cargo de la Junta Mayor de Semana Santa de Alicante. En este caso, ha sido la imagen del Santísimo Cristo de las Penas la designada por el Consejo Rector para presidir el vía crucis. Su presencia fue petición expresa de la Hermandad de la Verónica, pues tenían la intención de homenajear los 75 años de la imagen que talló Antonio Castillo Lastrucci.

El piadoso ejercicio ha partido, como es habitual, desde la Concatedral de San Nicolás, y recorriendo las principales calles del casco histórico de la ciudad. La imagen, realizada en madera tallada, estucada y policromada, y donde el señor aparece recostado sobre una piedra con la cruz al hombro, ha sido la encargada de presenciar un culto donde se representaron las diferentes fases de la vida de Jesús.

La celebración, no obstante, estaba programada para el viernes 23 de febrero, pero el trágico incendio del edificio en València, y los posteriores tres días de luto decretados por la Generalitat Valenciana, han hecho que se tenga que retrasar su realización una semana. Una vez vivido este vía crucis, podemos decir que la Semana Santa está a la vuelta de la esquina.