El consumo de tranquilizantes supera al de cannabis entre los adolescentes de Alicante

Una investigación de la Universidad de Alicante analiza las conductas adictivas entre estudiantes de educación secundaria

La edad media de la primera experiencia con el alcohol es a los 13,7 años, mientras que la adicción a los hipnosedantes se inicia a los 12,6

Los tranquilizantes superan al cannabis en el consumo de adolescentes

Los tranquilizantes superan al cannabis en el consumo de adolescentes / ISABEL RAMÓN

Juan Fernández

Juan Fernández

Cada año, los informes que evalúan y analizan los patrones de conductas adictivas entre los jóvenes se van actualizando con los últimos datos recabados. Cuando se habla de adicción, siempre viene a la mente el consumo de alcohol o de sustancias que pueden alterar el comportamiento racional de los adolescentes. Sin embargo, cada vez son más los componentes adversos que pueden percibirse como potencialmente perjudiciales en cuanto a un consumo excesivo.

Por ello, investigadores de la Universidad de Alicante han elaborado un estudio para cifrar y delimitar cada uno de estos patrones de conducta donde, evidentemente, las drogas tienen una gran importancia en la percepción general, pero donde también se reflejan otras adicciones más actuales como las bebidas energéticas, las tecnologías y sus derivados o incluso el contenido excesivo de programas y series de televisión en plataformas digitales. En este estudio, uno de los datos más relevantes que se han captado ha sido el aumento de adolescentes que han consumido alguna vez tranquilizantes en su vida, superando al consumo del cannabis, la droga ilegal más probada por estudiantes.

Para poder abordar esta investigación, se ha seleccionado una muestra de alumnos de 4º de Educación Secundaria Obligatoria (ESO), distribuidos tanto en colegios e institutos públicos como en centros concertados de la ciudad de Alicante. También se han seleccionado adolescentes pertenecientes al segundo curso de Formación Profesional Básica (FP). En total, se han cifrado 1.008 estudiantes, de los cuales 941 eran de la ESO y 67 de FP; todos ellos representantes de forma proporcional de todas las zonas urbanas de la capital.

Con la realización de un cuestionario, los investigadores han llegado a la conclusión de que la sustancia que más se consumió por los adolescentes durante el pasado año fue el alcohol, habiendo sido probado por dos de cada tres alumnos (61,4%). De hecho, entre aquellos encuestados que señalaban haber consumido alguna vez alcohol en su vida, siendo una muestra de estudiantes de 15 y 16 años, el 62,5% lo había consumido recientemente (hace menos de un mes). La edad media del inicio de consumo entre adolescentes alicantinos se sitúa en los 13,7 años.

Uno de los efectos más habituales de la ingesta de alcohol, las borracheras, fueron sufridas por el 36,1% de los estudiantes de ESO encuestados, pese a que solo el 17,3% manifestaba haberlo hecho en los últimos treinta días. Respecto a la práctica del botellón, uno de cada tres adolescentes (36,6%) confirmaron haberlo hecho a lo largo de su vida, pese a que un porcentaje muy bajo declaraba realizarlo dos o más veces a la semana.

Sorprenden los datos relativos al sexo, donde sobresale que las mujeres, a esa corta edad, tienden más a emborracharse que los hombres. Mientras que un 39,2% de los chicos encuestados tuvieron una borrachera en el último mes, el número de las chicas asciende a un 47,3% (contando únicamente los casos de personas que declararon haber bebido algo de alcohol en su vida). Estos datos pueden deberse a que las mujeres tienden a salir con personas mayores en ese espacio de tiempo.

Bebidas energéticas

Un caso especial en el hecho de las bebidas, y que no tiene que ver, al menos de forma directa, con el consumo de alcohol, es el relativo a la ingesta de bebidas energéticas. En este sentido, más de la mitad de los hombres, un 54,2%, afirma haberlas consumido, un porcentaje que ha crecido debido a la normalización de este tipo de líquidos.

La cifra se reduce considerablemente cuando se habla de combinarlo con alcohol. Aquí, solo el 25,3% de los chicos aseguran haberlo hecho. Sin embargo, el estudio concluye que el consumo de otras sustancias analizadas aumenta cuando se combinan con las bebidas energéticas.

Otras sustancias

En orden, las sustancias más consumidas en los últimos 12 meses por los alumnos de cuarto de la ESO han sido el alcohol, el tabaco, los hipnosedantes y el cannabis. Es relevante que los hipnosedantes, psicofármacos depresores del sistema nervioso como el válium o el diazepam, han desbancado al cannabis como la tercera droga más consumida por los jóvenes.

El tabaco se mantiene como la segunda sustancia más consumida por los adolescentes de ESO, con una prevalencia del 23,5%. Si se desagrega por sexos, las mujeres tienden a fumar más que los hombres en el rango de edad estudiado (un 30,1% frente al 18,3%). Los datos, además, marcan un incremento considerable respecto a los datos de otros años. Los investigadores consideran que el consumo de cigarrillos electrónicos ha modificado esta tendencia, al haberse normalizado entre los adolescentes.

Pero lo realmente destacable llega con el consumo de hipnosedantes. El 12,4% de los estudiantes de ESO declararon haber consumido algún tipo de sustancia de este tipo, capaz de alterar el sistema nervioso y generar trastornos en su comportamiento. También en este caso las mujeres hicieron un consumo mayor, pese a la preocupación de la edad media de inicio, que se marcó en 12,6 años. El consumo es aún mayor en el caso de estudiantes de FP, pues un 28,4% ha declarado haberlos tomado en alguna ocasión.

De esta forma, los tranquilizantes han superado al cannabis, que sigue siendo, no obstante, la droga ilegal que más se consume entre los estudiantes de ESO. Un 15,9% afirmó haberla probado alguna vez en su vida, y la edad media del primer consumo se mantiene en los 14,3 años. El estudio registra datos poco relevantes de otras drogas ilegales más duras como la cocaína, las anfetaminas, el éxtasis o la heroína.

Adicciones comportamentales

Los cambios de dinámicas también han hecho necesario replantear este estudio. La llegada del uso desmesurado de internet, videojuegos con dinero o incluso las series de televisión visionadas en plataformas digitales han obligado a los investigadores de la Universidad de Alicante a incluir preguntas sobre las nuevas adicciones emergentes.

De los más del 97,5% de adolescentes que manifestaron usar internet para divertirse y jugar a videojuegos, un 19% fue diagnosticado con posible riesgo de compulsividad en el uso de la red. En estas cuestiones, son más los chicos los que reflejan un uso desmesurado, por ejemplo, con videojuegos. A través del uso de la escala Gaming Addiction Scale, se ha conseguido observar que el 31% de los encuestados hacen un uso excesivo de las consolas, mientras que un 10% sufren un juego patológico.

Las observaciones sobre las nuevas formas de adicción también hacen hincapié en el juego con dinero, tanto en línea como presencial. En estos casos, los estudiantes de 15 y 16 años que manifiestan haber realizado esta práctica alguna vez son el 18,3%, siendo los hombres (24,1%) los que doblan los números de las mujeres (10,9%). Las cifras son más pequeñas si se trata de atender a conductas adictivas, donde un 2,1% manifiestan la necesidad de apostar más y más dinero y un 1,8% llega a mentir acerca de cuánto juega. De cara al futuro, se estima que un 3% de los estudiantes de ESO podrían presentar trastornos patológicos en el juego en un futuro.

Por último, el estudio también hace un análisis del consumo de series de televisión en plataformas digitales. La nueva televisión, que ofrece todos los episodios de golpe, permite grandes maratones que pueden derivar en comportamientos compulsivos. Según esta encuesta, un 10% de los estudiantes de ESO mostrarían un visionado compulsivo de series o programas de televisión.