Gran Poder: San Antón se prepara para la Esperanza en Alicante

La imagen de la Virgen estrenará adornos florales y música en el palio

El hermano mayor destaca la importancia de hacer «catequesis» en las calles y de acercar las imágenes a quienes no pueden acudir a la iglesia en todo el año

Semana Santa. Hermandad de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder y Nuestra Señora de la Esperanza Coronada

Pilar Cortés / Alex Domínguez

Alberto Losa

Alberto Losa

La hermandad de la Parroquia de la Misericordia, el Gran Poder y la Esperanza Coronada, prepara una procesión en la que el barrio cobra especial importancia. Desde la llegada de la hermandad a la Misericordia en 1989, ha habido numerosos cambios, pero los miembros de la hermandad aseguran que la devoción es cada vez mayor.

El capataz de la Virgen de la Esperanza, Juan Guijarro, destaca esta cuestión: «Cada vez hay más gente. Las presidencias están más lejos del palio, pero no porque no quieran estar cerca, sino porque no pueden. Se conglomera la gente, la bulla, y te va llevando hasta la vuelta», expresa.

El hermano mayor del Gran Poder, Miguel Iborra, destaca la importancia del barrio en la procesión: «La hermandad lleva ubicada en la Parroquia de la Misericordia desde 1989 y se ha visto una implicación del barrio. La prueba es que la capilla está abierta prácticamente todos los días de la semana». En este sentido, apunta que «el Gran Poder está presente en el barrio», lo que hace que «se engalane y se vista para vivir esa devoción y esa fe», asegura el hermano mayor.

El Gran Poder es, junto a la Flagelación de San Blas, la hermandad que cierra las procesiones del Domingo de Ramos en Alicante. Un día que «sin ser lo más importante del año, es quizá lo más representativo y el culmen a todo el trabajo que se desarrolla en la hermandad», como indica el propio Miguel Iborra.

Para ellos, el fundamento de salir en procesión es el de realizar una «catequesis» por las calles: «La gente va a seguir viendo la misma base, pero es cierto que cada año es un poco diferente porque intentamos darle una vuelta al exorno floral o a la música que lleva el palio», indica Iborra. Con todo, asegura que tratan de «llevar algo más de recogimiento, si es posible, en los tramos del Señor, del Gran Poder», expresa el hermano mayor. El objetivo, subraya el representante de la hermandad, es «hacer una catequesis y acercar las imágenes a las personas que no suelen ir a la iglesia el resto del año. Si eso se consigue, el objetivo de la hermandad está más que logrado», subraya Iborra.

Ritmos

Para lograrlo, tratan de implementar distintos ritmos a la procesión, como explica Guijarro, que dirige el paso de la Esperanza: «Hay preparadas entre 20 y 25 composiciones de música, pero en algunos puntos la gente es la que te pide una». Como ejemplo, pone el «Rocío» en la vuelta que se realiza por Abad Penalva y la calle Mayor.

Entre los puntos de interés, destaca varios, pero en la vuelta por San Antón se encuentra uno de los más especiales: «El punto trascendental es la calle de la Esperanza y la cofradía, que es Díaz Moreu de regreso. A mucha gente se le termina la Semana Santa en esa calle y los costaleros dan todo lo que saben y pueden después de cinco horas de procesión», indica Guijarro.

Un costalero se prepara para la procesión.

Un costalero se prepara para la procesión. / Alex Domínguez

El capataz de la Esperanza reseña otras ubicaciones, como la entrada a la carrera oficial: «A quien le guste ver la carrera oficial, bien, pero la entrada por López Torregrosa es emocionante. Es una calle estrecha, suena música de trompetería que retumba en ese espacio y hace una llamada. Parece que dice ‘que viene’. Y ¿quién va a venir? La Esperanza, claro», comenta el capataz.

Otro de los puntos destacados es la subida por la calle Labradores tras haber visitado la Concatedral de San Nicolás: «Se sube de tirón. Desde que se levanta el palio hasta San Cristóbal no baja», indica. Antes, en la entrada a San Nicolás, se da otro de los puntos clave:«La entrada por la puerta negra es a contramano. Cuando el costalero patero izquierdo está entrando por la rampa, el derecho todavía no está en ella. Es un esfuerzo para enfocarse en la puerta y hacer la entrada en la Catedral», indica Guijarro.

Los hermanos del Gran Poder visten túnica blanca y capirote negro y realizan tanto la salida como la recogida en la Parroquia de la Misericordia. Su salida se realiza a las 18.50 horas y la vuelta se produce casi a medianoche, llevando tanto al Cristo como a la Virgen de vuelta a la parroquia.