Toreros por un día: el tour que descubre los secretos de la Plaza de Toros de Alicante

La concesionaria explota el coso alicantino con un novedoso servicio de visitas guiadas en las que se explica la historia, la arquitectura y las curiosidades de monumento taurino

Lydia Ferrándiz

Lydia Ferrándiz

La Plaza de Toros de Alicante inicia su particular paseíllo turístico. Con el capote en la mano, turistas llegados desde cualquier parte del mundo conocen desde cerca los secretos del emblemático coso alicantino. La concesionaria de la plaza ha decidido impulsar también la explotación de esta infraestructura taurina aunque no solo para celebrar corridas de toros, sino para dar a conocer, mediante servicios de visitas guiadas individuales, para grupos o mediante audioguías, la historia, la arquitectura y las curiosidades de este emblemático lugar.

Desde sus primeros cimientos hasta los detalles más peculiares de su construcción, los visitantes, en su mayoría extranjeros, tienen la oportunidad de adentrarse en los entresijos de esta plaza que ha marcado la cultura y la tradición de Alicante durante generaciones. La visita comienza, como no podría ser de otra manera, por la Puerta Grande. Este es el primer punto que conocen los visitantes y en él se les explica, ya sea mediante visita guiada o pulsando un botón de su audioguía, que esta "entrada" es una de las zonas más icónicas de la Plaza de Toros, ya que representa "el triunfo del torero cuando es sacado a hombros por el público".

Unos turistas escuchan su audioguia mientras toman el sol en la Plaza de Toros de Alicante.

Unos turistas escuchan su audioguia mientras toman el sol en la Plaza de Toros de Alicante. / HÉCTOR FUENTES

Además, se presta especial atención que la Puerta Grande de Alicante rinde homenaje a uno de los toreros más ilustres de la ciudad, José María Manzanares. En 2021, con motivo del 50 aniversario de su alternativa, se inauguró en esta estancia un cuadro del pintor alicantino Chimo Pérez y un busto de Martín Lagares donados a la plaza por el matador de toros Morante de la Puebla.

Mientras que las visitas guiadas son conducidas por expertos que desvelan los secretos mejor guardados de la plaza, las audioguías permiten a los visitantes explorar a su propio ritmo, sumergiéndose en la historia a través de relatos cautivadores y anécdotas fascinantes. En la segunda parada, los visitantes acceden por el anillo interior, como si fueran dirección a los tendidos dos a cinco, hasta la enfermería, una de las estancias más llamativas y desconocidas que se encuentran en el interior del coso alicantino. En ella descubren que todas las plazas de toros cuentan con una estancia similar, equipada con todos los medios necesarios para poder salvar la vida del torero en caso de una grave cogida.

Los visitantes tienen la oportunidad de adentrarse en el corazón mismo de la tauromaquia, ya que durante estas visitas se accede al patio de cuadrillas, donde los toreros se preparan antes de salir al ruedo en uno de los momentos de mayor tensión y nervios de la tarde. En el patio, que se puede visitar, es donde los toreros se "lían" con el capote de paseo. Además, en la visita se recorre los metros previos al paseíllo, el mismo camino que han realizado grandes figuras del toreo antes de enfrentarse al toro, y por el que desfilan también con sus cuadrillas. Este es uno de los momentos preferidos por los visitantes, ya que posteriormente aprovechan estos instantes para tomar asiento en los tendidos y disfrutar del sol y de las prácticas de los estudiantes de la Escuela Taurina de Alicante.

Visita con audioguia a los toriles.

Visita con audioguia a los toriles. / HÉCTOR FUENTES

El recorrido no se detiene en esta zona, sino que vuelve a adentrarse en el interior de la plaza para dar acceso a los visitantes a algunas plantas superiores a las que, cuando hay una corrida de toros, solo se permite la entrada a profesionales. Así, los turistas tienen la posibilidad de visitar los toriles, donde los toros esperan desde el mediodía su turno antes de entrar en el albero a la hora de la corrida. Desde ese entorno, el toro es anunciado por su nombre, fecha de nacimiento, ganadería y peso. La Plaza de Toros de Alicante es una plaza de segunda categoría, por lo que le peso máximo del astado que se permite es de 435 kilos, según se relata.

Vuelta al ruedo

Una vez conocido el interior del coso, los turistas vuelven a salir guiados hacia el exterior, para conocer de primera mano el ruedo. Como característica particular, los visitantes pueden contemplar desde la Plaza de Toros de Alicante, construida en 1839 e inaugurada con el aspecto actual en 1888, una de las vistas panorámicas más singulares y únicas del castillo de Santa Bárbara. Este punto es uno de los más apreciados por los turistas que pueden contemplar desde un mismo punto la majestuosidad de dos de los monumentos más singulares de la ciudad.

Tras este instante, el recorrido alcanza uno de los momentos más interesantes: los turistas se sitúan en el Palco Presidencial y conocen cómo se dirige una corrida de toros. En este palco se ubica el presidente, el encargado de dirigir el acto. Al sacar el pañuelo blanco, el presidente da la orden de que comience el paseíllo y de que salga el toro al ruedo, además de conceder las orejas y el rabo como premio a la faena del torero.

Vistas del Castillo de Santa Bárbara desde la Plaza de Toros.

Vistas del Castillo de Santa Bárbara desde la Plaza de Toros. / HÉCTOR FUENTES

Sin embargo, este no es el único color que puede tener el pañuelo. Si el pañuelo del presidente es verde, significa la devolución del toro a los corrales, si el pañuelo es azul, se está indicando que el toro debe dar la vuelta al ruedo por su excelente comportamiento y, si el toro ha sido extraordinario y el público lo pide, se podrá sacar el pañuelo naranja que supone el indulto al toro para que pueda volver a la ganadería como semental.

Antes de llegar al punto final, los visitantes acceden al Museo Taurino de Alicante que se encuentra en la misma plaza. La muestra permanente está compuesta por tres rincones dedicados a los matadores alicantinos que han configurado la historia del toreo alicantino: Vicente Blau "El Tino", Francisco Antón "Pacorro", Vicente Fernández "El Caracol", José María Manzanares y Luis Francisco Esplá.

Un turista coge el capote para torear en el ruedo.

Un turista coge el capote para torear en el ruedo. / HÉCTOR FUENTES

Como colofón a la visita, los turistas que se han acercado a la Plaza de Toros de Alicante acceden al ruedo, el "lugar mágico donde se desarrolla la lidia del toro", según se indica en la guía turística. Allí no solo aprenden que la lidia consta de tres tercios o que el ruedo tiene cuatro puertas, sino que pueden "torear" como un auténtico torero alicantino. Eso sí, sin enfrentarse a ningún astado. En ese momento la guía les ofrece un auténtico capote con el que los turistas pueden inmortalizarse al grito de "¡olé!".