Opinión | Juan Cascales, presidente de la Mancomunidad de Canales del Taibilla

La desalación, cada vez más importante en el abastecimiento de agua para consumo humano

Cascales preside la Mancomunidad desde enero de 2024

Cascales preside la Mancomunidad desde enero de 2024 / INFORMACIÓN

Hace un siglo entre la población de la ciudad de Alicante existía el pleno convencimiento de que su mayor problema lo constituía la necesidad del abastecimiento de agua potable, elemento primordial de la vida.

La llegada del agua del río Taibilla fue uno de los acontecimientos más importantes y celebrados de cuantos se produjeron en los municipios de la provincia de Alicante durante las décadas de los años 50 y 60 del siglo pasado. La oportunidad de disponer de agua potable en sus domicilios mejoró la calidad de vida de miles de personas y posibilitó el desarrollo de esta tierra.

 Desde entonces, y hasta la fecha, la Mancomunidad de los Canales del Taibilla ha venido garantizando el suministro de agua potable en un total de 35 municipios alicantinos, manteniendo su compromiso con esta tierra, al objeto de ofrecer un servicio eficiente que se adapte a las necesidades y requerimientos que la población va demandando. Para ello el organismo viene invirtiendo recursos de manera continua para el desarrollo, mantenimiento y conservación de sus infraestructuras.

En este sentido, la inversión que realizó la Mancomunidad de los Canales del Taibilla para la puesta en marcha de la desalinizadora de Alicante en septiembre de 2003 supuso un punto de inflexión para lograr el reto más importante al que se enfrenta este organismo: garantizar la seguridad hídrica de todos los ciudadanos de los municipios a los que abastece nuestro organismo. El paso del tiempo ha demostrado que la construcción y puesta en marcha de esta infraestructura fue determinante para que no se hayan producido restricciones de agua en las dos últimas décadas en el territorio abastecido desde esta instalación, incluso en tiempos tan complicados como los actuales, en los que la agudización de la sequía ha provocado importantes problemas de abastecimiento en otras regiones.

El ciudadano que recibe el agua procedente de esta planta desalinizadora y abre un grifo para beber, para lavarse las manos, o para cocinar, ha de tener la completa seguridad de que el líquido que mana procede de una instalación que está sujeta a los más estrictos controles sanitarios. La desaladora de Alicante tiene una producción máxima diaria en torno a 120.000 metros cúbicos, y, próximamente, se implantará energía fotovoltaica para autoconsumo, favoreciendo así la transición a una economía baja en carbono, que permitirá controlar el coste económico de la energía eléctrica consumida en la instalación, en la línea de lo marcado en el Plan de Eficiencia Energética y Reducción de la Huella de Carbono de la MCT 2019-2030.

En el futuro más inmediato la desalación tendrá una importancia cada vez más creciente en el abastecimiento de agua de consumo humano. Para adaptarnos a ese futuro en la MCT estamos acometiendo obras relevantes para ampliar el ámbito geográfico que pueda abastecerse con agua de la planta desalinizadora, y es por ello que, próximamente, iniciaremos los trabajos para que los vecinos de Crevillente también dispongan de agua desalada.

El agua es el bien más preciado que nos otorga la naturaleza. Desde la Mancomunidad de los Canales del Taibilla apelamos a un uso responsable, porque no hay nada tan fundamental como el agua.

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