Detenida en Alicante tras aprovechar un atropello para robar la cartera y el móvil a la conductora del vehículo

La mujer detenida se aprovechó del atropello a un viandante, para sustraerle la cartera y el teléfono móvil a la conductora del vehículo causante del accidente, usando después una de las tarjetas bancarias para comprar en dos comercios cercanos

Detienen a una mujer en Alicante tras aprovechar un accidente de fráfico para robar la cartera y el móvil a la conductora de un vehículo implicado.

Detienen a una mujer en Alicante tras aprovechar un accidente de fráfico para robar la cartera y el móvil a la conductora de un vehículo implicado. / INFORMACIÓN

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Agentes del Grupo Operativo de Policía Judicial de la Policía Nacional de la Comisaría de Alicante Norte, han detenido por un delito de hurto y posterior estafa, a una mujer que se aprovechó de la situación de desvalimiento de las personas implicadas en un accidente de tráfico para hurtar la cartera y el teléfono móvil a una conductora de un vehículo implicado y usar su tarjeta de crédito en dos comercios de la zona.

Los hechos ocurrieron cuando dicha conductora circulaba por las inmediaciones del TRAM de la zona norte de Alicante y atropelló levemente a un peatón.

La mujer descendió del vehículo para asistir y comprobar el estado del viandante quien se encontraba estable, por lo que inmediatamente después llamó a los servicios de urgencias para comunicar lo ocurrido y solicitar asistencia médica para este varón.

Mientras tanto, dos mujeres se aproximaron al lugar con intención de calmar a la causante del atropello, debido a que estaba bastante nerviosa por lo ocurrido, de tal modo que, fue una de estas mujeres quien se ofreció para acompañar a la conductora, subiéndose a la parte trasera del vehículo cuando tuvo que apartarlo de en medio de la carretera para dejar de obstaculizar la vía.

Aunque aparentemente la mujer tenía intención de ayudar a la conductora, nada más lejos de la realidad, puesto que, una vez que estacionó con seguridad su vehículo, ésta descendió del mismo y desapareció del lugar, dándose cuenta más tarde que le faltaba su teléfono móvil y su cartera con tarjetas de crédito y 500 euros en efectivo.

Para más inri, después del fatídico incidente, la desafortunada mujer comprobó que había sido también víctima de una estafa, puesto que habían usado una de las tarjetas de crédito que había en la cartera que le sustrajeron en dos comercios cercanos antes de poder darla de baja, ante lo cual interpuso una denuncia de cuya investigación se hicieron cargo los agentes de la Comisaría de Alicante Norte de la Policía Nacional.

Los agentes, comprobaron los establecimientos donde se produjeron los cargos fraudulentos y obtuvieron grabaciones donde se podía ver a una mujer coincidente en características físicas con las aportadas por la ahora víctima de sendos delitos de hurto y estafa, quien reconoció positivamente en ellas a la mujer que utilizó la artimaña de tratar de calmarla tras el accidente para hurtarle sus pertenencias.

Así las cosas, los investigadores llevaron a cabo otra serie de indagaciones que concluyeron con la identificación y detención de la presunta autora de los hechos, a quien le imputaron un delito de hurto y otro de estafa.

La detenida, de 40 años de edad y de nacionalidad española, con antecedentes previos, fue puesta a disposición de los juzgados de instrucción de guardia de Alicante.

Aprovecharse del desvalimiento de las personas implicadas en un accidente agrava la pena impuesta al autor del delito. No sólo cabe un reproche moral para los autores de un delito que se aprovechan de la situación de desvalimiento, físico o emocional, que padecen las personas que se ven involucradas en algún tipo de accidente, sino que, nuestro Código Penal contempla tal acción como un agravante, en este caso referido al delito de hurto.

Así pues, el apartado 6º del artículo 235 del referido código, entre tales agravantes del tipo básico del artículo 234 especifica que; “[…] aprovechando la producción de un accidente o la existencia de un riesgo o peligro general para la comunidad que haya debilitado la defensa del ofendido o facilitado la comisión impune del delito”, lo que llevaría aparejada una pena de uno a tres años de prisión para el autor.