El Gobierno acusa a Barcala de ser «rehén» de la ultraderecha por la polémica de los puntos violeta en Alicante

El subdelegado Juan Antonio Nieves y los grupos de izquierda en el Ayuntamiento critican el pacto entre el PP y Vox por dejar los derechos de la mujer en «un segundo plano»

El ejecutivo local rechaza las acusaciones y asegura que su acuerdo con los de Abascal no suprimirá los espacios de atención a mujeres

Una joven sostiene un cartel contra el patriarcado en una concentración feminista en Alicante.

Una joven sostiene un cartel contra el patriarcado en una concentración feminista en Alicante. / Jose Navarro

Alejandro J. Fuentes

Alejandro J. Fuentes

El subdelegado del Gobierno en Alicante, Juan Antonio Nieves, ha cargado contra el gobierno de Barcala por la polémica sobre la posible eliminación de los puntos violeta para sustituirlos por «puestos de atención a víctimas de delitos», a petición de Vox. Este lunes, la formación de ultraderecha dio a conocer un pacto con el ejecutivo municipal para suprimir estos espacios, lo que le ha valido al alcalde las críticas de la izquierda. Sin embargo, el PP ha desmentido posteriormente las afirmaciones de Vox, y argumenta que no solo no se van a retirar, sino que ya se está trabajando en los que se ubicarán en Hogueras.

Tras publicarse el supuesto pacto entre el PP y Vox, el socialista señaló que «cuando uno es rehén de la ultraderecha acaban pasando estas cosas» y es que «a la mínima los derechos de las mujeres pasan a segundo plano». Nieves asegura que los puntos violeta «han demostrado su eficacia» y defiende que si el alcalde quiere pactar una ordenanza debe dialogar con todos los grupos, pero reclama «que no ceda sin más ante Vox cuando estamos hablando de algo tan serio como las agresiones a mujeres».

Su compañera de partido en el Ayuntamiento, Victoria Melgosa, también ha responsabilizado al gobierno de Barcala de «atentar de nuevo contra la seguridad de las mujeres». El PSOE considera que los populares «abanderan ahora el negacionismo de la violencia machista, y eso es algo que no vamos a consentir». 

Pérdida de tiempo

La noticia del acuerdo alcanzado por las formaciones de derechas tampoco ha sentado bien en Compromís, que tendió su mano para negociar la aprobación de la ordenanza al equipo de gobierno de Barcala.

"Que no nos hagan perder el tiempo, ya tenían pactada la ordenanza junto con Vox y el lobby empresarial", ha señalado su portavoz, Rafa Mas, quien ha defendido que la apuesta de su formación iba encaminada hacia "respetar los derechos fundamentales y garantizar la convivencia y la seguridad jurídica de los negocios". 

Mas apunta que el PP se pone "al lado solo de los intereses económicos", pero "obviando a los vecinos" y aumentando "aún más si cabe la degradación del Casco Antiguo y el Centro Tradicional".

El PP rechaza que se hayan eliminado

Por su parte, el gobierno local asegura que la enmienda no supone la eliminación de los puntos violeta, como afirman sus socios, sino que se traduce en la posibilidad de ubicar diferentes espacios de atención para otros delitos: «La redacción que se le ha dado en la ordenanza permite no solo la ubicación de puntos violetas sino la de cualquier otro punto informativo de cualquier otro delito, como el bullying», sostiene el vicealcalde, Manuel Villar. 

El también concejal de Asesoría Jurídica afirma que «si Bienestar Social pide un punto violeta la ordenanza permite colocarlo» y recuerda que en otros eventos se colocan carpas de diferentes tipos, como las 0,0 (contra el consumo de alcohol) en Santa Faz, o carpas para denunciar delitos y agresiones xenófobas en eventos deportivos. «La ordenanza no recurre a una denominación concreta sino a una redacción genérica a petición de cada concejalía», concluye Villar.

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