El gobierno de Barcala retira la norma del horario de la hostelería en Alicante por la falta de apoyos

El ejecutivo del PP da marcha atrás a la tramitación de la Ordenanza de Vía Pública tras perder el respaldo de Vox por la polémica de los puntos violeta

La concejala justifica la decisión en la proximidad de las elecciones europeas y pide “responsabilidad” al resto de formaciones políticas

La Ordenanza de la Vía Pública, en tiempo muerto, hasta que pasen las elecciones europeas

INFORMACIÓNTV

Alejandro J. Fuentes

Alejandro J. Fuentes

La Ordenanza de Vía Pública de Alicante, que regula (entre otras cuestiones) el horario de las terrazas de la hostelería, no se aprobará esta semana, como tenía previsto el gobierno local del PP. Los populares dan marcha atrás y retiran la norma después de perder el apoyo de Vox por la polémica de los puntos violeta.

Después de que ambas formaciones sellaran un pacto para su visto bueno este jueves en la Comisión de Presidencia, el acuerdo se rompió en cuestión de horas. Los concejales de ultraderecha aseguraban que habían acordado la eliminación de los puntos violeta para atender a mujeres víctimas de agresiones sexuales. Sin embargo, el PP matizó que solo se eliminaba su denominación del texto de la ordenanza, pero que el Ayuntamiento seguiría organizándolos en eventos como las fiestas de Hogueras.

Esta diferencia de criterios motivó que Vox rompiese su alianza con los populares y les invitase a negociar con la izquierda. Finalmente, según han confirmado fuentes municipales, ante la imposibilidad de recabar los apoyos necesarios para este jueves, cuando estaba fijada la votación, el equipo de gobierno del alcalde Luis Barcala ha optado por retirar la normativa del orden del día. Su aprobación tendrá que esperar.

El motivo oficial, según han señalado desde el ejecutivo municipal, es en realidad la proximidad con las elecciones europeas. “Un asunto de tanta importancia para la ciudad no debe utilizarse durante la contienda de los comicios europeos y no negociaremos sobre el proyecto con ningún grupo hasta después del 9 de junio”, ha señalado la edil de Vía Publica, Cristina Cutanda.

En cuanto a la polémica surgida en torno a la posible eliminación de los puntos violeta, Cutanda ha recalcado que la instalación de los espacios para la atención a mujeres víctimas de posibles agresiones sexuales “no es negociable en esta ordenanza, en cumplimiento del Pacto de Estado contra la Violencia de Género y por la convicción de este equipo de gobierno de que esos puntos son necesarios hasta que consigamos erradicar esa lacra”.

Nueva negociación

En Vox, pese al conflicto de los últimos días, vuelven a tender la mano al equipo de gobierno. «Estamos dispuestos a volver a sentarnos con el equipo de gobierno y renegociar el aspecto de los puntos violeta sin tergiversaciones y malas interpretaciones», ha señalado su portavoz, Carmen Robledillo. La formación de ultraderecha pide «que dejemos los complejos a un lado y cambiemos los puntos violeta por puntos de atención a víctimas de ambos sexos y de cualquier tipo de delito», ya que los votantes de Vox y del PP «no entienden que exista esa discriminación ideológica». Por lo que respecta a la ordenanza, defienden que «debe ser aprobada lo más pronto posible, pero sin manipulaciones ni ideología».

El Grupo Municipal Socialista, a través del concejal Miguel Castelló, ha considerado que el alcalde de Alicante, Luis Barcala, "arrodilla al Ayuntamiento ante Vox". La retirada de la Ordenanza de Vía Pública evidencia, según el PSOE, que el dirigente popular "prefiere someterse a la ultraderecha antes que reconocer al grupo mayoritario de la oposición para sacar adelante una normativa importante para determinados sectores económicos y para la ciudadanía". 

Castelló ha enfatizado que el PP "se siente cómodo con la ultraderecha y asume sus postulados como si fueran propios". Mientras tanto, apunta el PSOE, Barcala "rechaza abrir cualquier vía de diálogo con el Grupo Municipal Socialista, al que ni siquiera ha llamado para escuchar sus propuestas y consensuar medidas que sean positivas para la ciudad".

Desde Compromís, su portavoz, Rafa Mas, apunta que el alcalde «tiene dos opciones». O bien «pactar con la ultraderecha en retrocesos de derechos y de libertades, sobre todo atentando contra las mujeres y los colectivos más vulnerables» o, por otro lado, «pactar con los vecinos la reducción de los horarios de los veladores e impulsar la ordenanza del Ruido para actualizarla y garantizar sobre todo la seguridad de las mujeres».

Por último, el portavoz de EU-Podemos, Manolo Copé, ve «lamentable» que el gobierno local afirme «que como las elecciones europeas están ahí vamos a dejar el tema de la ordenanza». El edil de izquierdas incide en que «el mero hecho de haber utilizado el tema de los puntos violeta como una moneda de cambio nos parece muy grave y una falta de respeto muy grande hacia las mujeres y sus derechos». Para Copé, «a la ultraderecha hay que arrinconarla y echarla de las instituciones cuanto antes, porque lo están intoxicando todo.»