Parte de las ideas que subyacen en los proyectos que ha desarrollado en los últimos años, han sido trabajadas desde la asignatura Estéticas migratorias en el arte contemporáneo, perteneciente al Máster en Producción y Gestión Artística de la Universidad de Murcia. Aúna así su actividad docente, con la investigadora y la artística, enriqueciéndose con las sinergias que se van generando entre estos tres ámbitos. Hasta el 3 de enero próximo podemos ver su último trabajo en la Casa de Cultura del Ayuntamiento de El Campello, Naturofagia o cómo disfutar de la naturaleza sin salir de casa), comisariada por María Isabel Tejeda Martín.
Tu abstracción, más que expresiva emocional, ha tenido siempre una implicación política ideológica ¿estarás de acuerdo en que la forma tiene una ideología?
Los elementos formales de cualquier creación expresan una ideología. Hay un mensaje o una explicación tras cada mancha, gesto o línea que producimos, aunque a veces no seamos realmente conscientes de ello. Esta ideología puede ser desde algo muy íntimo hasta trascendental y místico, una reflexión crítica sobre el contexto socio-político-económico o tu propia pintura. La ideología puede estar vinculada al artista, a la obra de arte o al mundo exterior o a todo a la vez.
¿Era natural o una necesidad tu paso de la abstracción hacia una mayor figuración?
Ambas cosas. Profundizando, primero en la abstracción gestual y lírica, y después en la geométrica hibridada con la anterior, la evolución natural de mi proyecto creativo me abocó a observar mi entorno y a ser sensible a los paisajes abstractos presentes en la realidad circundante, sintiendo la necesidad de plasmarlos. Abordé temas sociales, sin renunciar a la abstracción, introduciendo determinados elementos figurativos que actuaban como metáforas, mostrados distorsionados mediante técnicas digitales, que perdían sus cualidades representativas a nivel visual pero no conceptual.
Tus cartografías inventadas vienen siempre con su leyenda explicativa, en el fondo y pese a que siempre te has definido en la abstracción, ¿no sería arte conceptual más bien?
Soy más conceptual a raíz de ser docente, tener que reflexionar sobre mi propio proyecto y proceso creativo, y buscar estrategias didácticas para hacerlo compresible. Empiezo ahí a incluir textos explicativos. Me alejo de esa abstracción emocional primigenia, no obstante, algo me impide, de momento, abandonarla plenamente. Estaría más próxima al conceptualismo latinoamericano que al estadounidense. Concepto y objeto comparten protagonismo, son necesarios para que las obras adquieran su sentido pleno, y sin uno de ellos estarían incompletas y no funcionarían.
Preocupada por la crítica social, nuestro entorno, la migración, el encuentro/el desencuentro, el aspecto más bien humano, de los hombres y mujeres que la realizan. Homenaje y recuerdo a tu padre, que fue emigrante. ¿Una actitud de defender la memoria contra el olvido y la injusticia?
Olvidamos que los españoles fuimos emigrantes y lo estamos volviendo a ser y que la nostalgia, desarraigo, problemas de integración y demás dramas que forman parte de la cotidianeidad de los inmigrantes asentados en nuestra geografía, también los sufrieron nuestros familiares y amigos. La migración es un proceso cíclico que va afectando a los países en épocas concretas, pero que sin duda se repite, por eso no entiendo las actitudes de insolidaridad o intolerancia. En lugar de ayudar y empatizar con esas personas, que en un tiempo pasado fueron nuestros propios familiares y que en un futuro inmediato podríamos ser nosotros mismos, las apartamos de nuestro camino, las rechazamos o las ignoramos; generalmente por miedo, temor a lo desconocido, a la diferencia.
Es necesario ponerse en la piel del otro ¿Todos podemos ser emigrantes de algún u otro modo?
Debemos ponernos en la piel del otro para lograr la armonía ciudadana. Aprender a convivir con esas diferencias, respetándolas y mostrando interés por conocerlas y compartirlas; sumando sin restarle nada de su esencia. Todos podemos ser emigrantes, cualquier persona, se ha tenido que enfrentar a desconocidos, en el colegio, el instituto, la universidad, el trabajo, etc., que tras un tiempo han dejado de serlo, o no.
¿Tu mensaje es de alerta o terminaremos sólo pudiéndola ver la naturaleza desde sus imágenes?
En determinado lugares la presión que ejerce el hombre sobre la naturaleza es muy alta; no sólo se apropia de su territorio, sino de los seres animados e inanimados que habitan en ella. No creo que llegue el día en el que disfrutemos de la naturaleza solo a través de las imágenes que nos quedan de ella, lo que sí creo es que llegará el momento en el que prefiramos esta contemplación a la experiencia real de la naturaleza.
Inauguras esta nueva serie con nueva técnica, híbrido entre pintura y fotografía, intervenciones digitales de imágenes fotográficas de Domingo Campillo García y Borja Morgado Aguirre; y desde un área de candente actualidad en la práctica artística contemporánea: el apropiacionismo.
Ni la técnica, ni el uso del apropiacionismo son nuevos en mi trayectoria. Lo novedoso, en mi opinión, de las apropiaciones realizadas en este último proyecto es que se corresponden con imágenes fotográficas, hecho que se hacía necesario para poder articular correctamente el discurso conceptual con el formal. En las obras que integran esta exposición me apropio de las fotografías de paraísos vírgenes (lo Otro, realizado por el Otro), alterando tanto la realidad representada como el punto de vista e intencionalidad de sus creadores, pero también la técnica y el formato elegidos para materializarlas. Al intervenir las hago mías, transformando el caos, heterogeneidad y estado salvaje original de la naturaleza captada, en orden, homogeneidad y modularidad; le impongo límites, circunscribiéndola a una simple representación seriada y simplificada -inspirada en el papel de empapelar y en la tela de tapizar-, que sin duda dista mucho de la riqueza y biodiversidad de la naturaleza real.
