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Inocente de culpabilidad

De nuevo lo social como elemento conceptual y narrativo: La carne del cisne de Teresa Cardona

Inocente de culpabilidad

Inocente de culpabilidad / INFORMACIÓN

José Joaquín Martínez Egido

Con la duda y la sospecha de que lo que fue y de lo que no fue, de que la verdad pura, única, es muy difícil de demostrar y de que los indicios hacen que interpretemos la realidad desde lo que nosotros mismos somos, una acusación de violación se queda en el aire por una sentencia que reconoce la falta de pruebas. Carlos Rubio es inocente porque no se puede demostrar que sea culpable, inocente de culpabilidad.

Y de aquí parte la novela La carne del cisne (Siruela, 2023), novela de Teresa Cardona, que será presentada este jueves 1 de febrero en el salón de actos del Museo del Calzado, acto patrocinado por el Ayuntamiento de Elda y en el que intervienen diferentes asociaciones culturales, entre ellas la Sede Universitaria de Elda. Con su lectura he vuelto a disfrutar del arte narrativo de su autora y he vuelto a experimentar parte de la vida misma, la de que nada es lo que parece, mediante tres de sus señas de identidad: un tema social como núcleo temático: la violación machista; la importancia de la biografía de los personajes, pues somos resultado de nuestro pasado; y también, una cuestión lingüística, la importancia del relato, cuál se impone y por qué, conectando claramente con la metáfora del título.

La teniente Blecker y el brigada Cano, se enfrentan a un nuevo asesinato en San Lorenzo del Escorial (localidad ya peligrosa, pues llevamos tres en tres novelas en dos años editoriales). Patricia Mata, una joven con un pasado marcado, aparece violada y asesinada en su casa. A partir de este hecho se inicia la investigación para resolver el caso. Teresa Cardona pone en marcha la construcción narrativa de la historia contando a la vez la historia de los personajes en 2013 y en el presente de la novela, 2016, mediante la fragmentación y la no linealidad del tiempo narrativo, y mediante la inclusión de personajes/narradores, tales como el padre, la madre, el abogado de César, la jefa de Patricia, quienes narran y critican en sus intervenciones cómo se abordó el asunto tanto por parte de la policía, como por los medios de comunicación, exponiendo todos los prejuicios y enfoques de un tema tan tremendo. Todo ello siempre concebido para favorecer la intriga y la progresión de la historia, siempre en función del interés de los lectores según el juicio de la autora, la cual no se equivoca.

La pareja de guardias civiles sigue funcionando perfectamente. Ya la conocemos de las dos novelas anteriores y ahora, además de ir desgranando algo de sus vidas privadas (sorprendente, por ser la única, la escena de sexo explícito con alguien que puede ser una nueva ilusión para la teniente) y dentro de la cotidianeidad que supone el moverse por la peluquería, las tiendas y los bares del pueblo y lo que toman (churros, hamburguesas, cañas…), se convierten también en portavoces de opinión encontrados sobre el tema que se plantea en la novela. Aunque, al hilo de este mismo asunto, por encima de todos los personajes se yergue la figura del narrador omnisciente, nunca mejor empleado el adjetivo, quien, de forma aséptica cuenta realmente lo que pasó tanto en la primera violación, como en el asesinato con violación posterior. Y es en ese momento cuando realmente, con la habilidad de la autora, el lector tiene plena consciencia de lo ocurrido en ambos casos.

La técnica narrativa que se despliega en toda la novela es ejecutada por Teresa Cardona con un dominio eficiente de la sintaxis oracional, ya que esta se adecua al momento narrativo concreto y al personaje, es decir, un decoro sintáctico, pues son tan eficientes la frase corta de las conversaciones o de lo que cuenta un personaje, como la frase muy larga y compleja que emplea en ocasiones el narrador (p.79).

Y ¿Por qué deberíais de leer esta novela? Porque es un buen ejemplo de novela policiaca, tanto por la construcción de su trama, como por el manejo de los personajes; porque, si bien el objetivo final es conseguir que el lector disfrute de la lectura de una novela de género, va un poco más allá, pues enseña a interpretar la sociedad en la que vivimos, mediante un ejercicio muy interesante de lectura comprensiva, siendo este el «plus» que encontramos siempre en las novelas de Teresa Cardona.