Santa Pola aprueba finalmente sus presupuestos municipales para 2021 por más de 32 millones de euros después de que el Ayuntamiento lleve con las cuentas prorrogadas desde 2018. Este es el primer presupuesto del PP en este mandato y al frente de la alcaldesa Loreto Serrano que entre algunas novedades apuesta por aumentar cerca de un 5% el gasto en Personal con el nuevo catálogo de puestos de trabajo.
Si bien, el documento no ha tenido toda la aceptación que el ejecutivo local se esperaba ya que solamente apoyó las cuentas, al margen de los propios populares, el concejal no adscrito, Alejandro Cebrián. Compromís y PSOE votaron en contra mientras que Vox y Cs se abstuvieron. ¿La razón? Obraba en el expediente un informe desfavorable de la interventora municipal.
El edil de Hacienda, José Pedro Martínez, trató de justificar en varias ocasiones con diapositivas que aquellos errores que apuntó la funcionaria han sido subsanados, aunque la propia interventora no pudo explicar cuáles eran esas modificaciones pendientes porque no asistió a la sesión ya que se encontraba de vacaciones, según fuentes municipales.
La exposición de las cuentas del PP no bastó para redirigir el voto ya que el resto de grupos reprochó que los presupuestos no fuesen acompañados de un último informe de la Intervención que avalase esos últimos ajustes de los que hablaba el edil responsable.
«Sabemos que los presupuestos son una herramienta indispensable para el buen hacer de la política, tenemos que confiar en la palabra del concejal pero la persona que tiene que fiscalizar es la Intervención y no tenemos su última palabra, por lo que es una línea roja para mi partido votar con un informe negativo», apuntaba la portavoz de Vox, Mireia Moya, que antes de mostrar su abstención, al igual que Ciudadanos, expuso que no ha tenido negociación con el equipo de gobierno para incluir sus propuestas.
Anna Antón, portavoz de Compromís, reprochó que tuviera lugar el pleno «un día que sabían que no estaba la interventora por lo que tampoco se nos dio la oportunidad de poder consultarle en el pleno si los presupuestos se habían subsanado».
La edil critica que se trata de unos presupuestos «que llegan dos años tarde y encima los aprueban en septiembre por lo que la vida de estos presupuestos va a ser mínima. Se trata de un dar cuenta y han costado dinero al pueblo al contratar a una empresa que no sabemos qué trabajo ha realizado». En cuanto al contenido de las cuentas, desde la coalición critican que hay ingresos que no tienen contrapartida en gastos y reprocha que se disminuyen ciertas partidas como las de Igualdad, Servicios Sociales y ayudas de cooperación internacional.
Lorenzo Andreu, portavoz del PSOE critica que se hayan aprobado las cuentas «a toda prisa» sin la interventora presente a pesar de que solicitaron que si podía retrasarse unos días el pleno para contar con esta figura. Sin embargo, la alcaldesa, Loreto Serrano, acusó a Compromís y PSOE de tratar de paralizar la gestión municipal y expuso que ambas formaciones tienen una doble vara de medir con según qué informes, poniendo el ejemplo de que cuando fue investida alcaldesa se encontró «con una deuda aprobada durante el cuatripartito «sin consignación presupuestaria y con informes jurídicos en contra».
Antes de aprobar los presupuestos también se llevó a pleno la propuesta de la nueva relación de plantilla de funcionarios y personal laboral. En este ejercicio se dota al capítulo de Personal con 16,69 millones de gasto, lo que supone más de 784.000 euros por encima de lo presupuestado en 2018.
Alejandro Cebrián, concejal no adscrito, votó a favor del documento de gastos e ingresos porque al margen del citado informe entendía que «es necesario que el presupuesto 2021 esté aprobado para ejecutar las inversiones necesarias lo antes posible y, cuanto antes, ponerse a trabajar en un presupuesto para 2022 que pueda consolidar una recuperación para Santa Pola después de este fatídico año y medio de pandemia».
Baja un 5%la recaudación de impuestos directos
El Ayuntamiento de Santa Pola prevé que recaudará un 5,1% menos de impuestos directos que en 2018, según se desprende de los nuevos presupuestos, que contemplan un ingreso para las arcas municipales de 16,026 millones de euros, cerca de la mitad del total de la recaudación.
De igual forma, el Ayuntamiento espera percibir en este ejercicio más de 4,6 millones euros por el cobro de tasas y otros precios públicos, un 13% menos que en las últimas cuentas.
En cuanto a otros capítulos como el cuarto de transferencias corrientes, se estima un 13,48% más de ingresos que en 2018, por lo que en total superaría los 8,8 millones que vendrían en su mayor parte por tributos del Estado, transferencia de la Comunidad Valenciana, la FEMP y la Diputación.
