Un acto vandálico causa roturas en el sistema de recogida de agua del Castillo Fortaleza de Santa Pola. El Ayuntamiento ha empezado a restaurar de urgencia un brocal del siglo XVI que sirve para recoger las aguas pluviales y que en la actualidad seguía en funcionamiento. El elemento histórico tenía varias grietas y había riesgo de eclosión.
Todo apunta a que este sistema podría haberse deteriorado gravemente tras varios impactos de balones de reglamento sobre la superficie, en especial a partir de las fiestas navideñas, teniendo en cuenta que muchos jóvenes juegan a la pelota en la plaza de la Glorieta y suele ser habitual que la fachada del castillo se lleve golpes, a pesar de que esta práctica está prohibida según el reglamento de usos del castillo, inmueble declarado Bien de Interés Cultural.
Esta situación ha llevado al Museo del Mar a plantearse intensificar la seguridad del edificio y barajan instalar señalética advirtiendo de los usos que no están permitidos en la zona de protección porque incluso a nivel municipal se ha detectado que hay quiénes han empleado este brocal como cancha de baloncesto. Ante los hechos, no hay concienciación de que este sistema es el único brocal original del castillo, y es esencial para desaguar las aguas pluviales que se acumulan en la cubierta hasta el patio con el fin de conducir el agua a los aljibes. Por ello, desde la concejalía de Cultura piden civismo a todos «para que podamos mantener y disfrutar de todo el patrimonio que tiene Santa Pola», resalta Trini Ortiz, edil del área.
Así las cosas, este elemento arquitectónico se ha dañado con el paso del tiempo debido a los malos usos a los que ha estado expuesta. La reparación está siendo rápida ya que arrancó este miércoles por parte del arqueólogo restaurador Gustavo Olmedo López, titulado en conservación de bienes culturales. Está previsto que hoy acaben los trabajos, aunque antes han tenido que sucederse varios trámites y que el Consell diese el visto bueno a la actuación.
Por ahora ya no hay riesgo de eclosión de la pieza, como tampoco una pérdida ni peligro de caída para los viandantes, aunque se sigue esperando al forjado para retirar algunas vallas de seguridad en la zona, como indican desde el Museo del Mar. El Ayuntamiento ha recurrido a los seguros municipales después de denunciar ante la Guardia Civil este acto vandálico, que ha tenido un coste de reparación próximo a los 1.000 euros.
Al hilo, en los últimos días el Ayuntamiento ha tenido que intervenir en la Casa Romana del parque del Palmeral después de que también se haya dañado un mosaico de la Domus del siglo IV después de Cristo a causa, también, de actos vandálicos.
Para divulgar los trabajos de recuperación, y para concienciar del respeto al patrimonio local, desde el Ayuntamiento están preparando contenido audiovisual sobre la intervención.
