El Ayuntamiento de Crevillent saca a licitación la redacción del proyecto para equipar el Teatro Escuela Chapí con todos los medios para que pueda abrir sus puertas, y el Ayuntamiento diferencia en tres fases todas las actuaciones que se irán desarrollando en el inmueble.
El objetivo es que pueda funcionar a pleno rendimiento como teatro polivalente «y multicultural donde tengan cabida distintas disciplinas artísticas», según se desprende del anteproyecto.
De los pliegos también se desprende la oferta que la concejalía de Cultura tiene prevista para el edificio. Se desprende, aunque los porcentajes puedan recalcularse, que el 39% de la programación anual se destinará a obras teatrales; el 5% a teatros musicales; un 15% a conciertos líricos; otro 15% a conciertos pop-rock; y la misma cantidad para cine.
El 5% de las actuaciones serán conciertos de orquestas; el 3% espectáculos de danza; el 2% para conferencias y un 1% para otros espectáculos como monólogos.
En cuanto a la fase de adecuación que se espera, las empresas interesadas en el contrato, con valor próximo a los 110.000 euros, tienen hasta el 21 de septiembre para presentar ofertas.
Se estiman unos cuatro meses para la redacción del proyecto según los pliegos, aunque el plazo final dependerá de las revisiones posteriores, por lo que no se tiene una fecha clara en el horizonte para que el inmueble pueda ofrecer programación, a pesar de que el pasado julio, tras la visita de la consellera de Cultura Raquel Tamarit, el ejecutivo local apuntó al primer semestre de 2023 para que el inmueble pudiese abrir.
Eso sí, el alcalde, José Manuel Penalva, ya matizó entonces que a nivel municipal se tendrá que realizar un «esfuerzo e inversión muy importante» para acometer la organización, la urbanización del entorno y la plaza o el equipamiento del propio teatro, sin que haya trascendido el importe total necesario para ello.
Uno de los pasos más difíciles ya se han dado, que es la construcción del edificio por un coste de 5,8 millones y tras tres lustros de espera. Si bien, ahora queda otra parte importante, que es adaptar el espacio a las necesidades futuras en cuanto a la programación, por lo que ahora tendrá que venir la inversión para dotar de mobiliario y más equipamiento a la infraestructura.
De las tres fases que contempla el proyecto tendrá que cumplirse la primera para que el Chapí pueda abrir como teatro. Esta fase contempla ciertas obras de reforma y adecuación a los requisitos técnicos.
Entre ellos consta la instalación de un montacargas, reforma de camerinos para cumplir con la Ley de Espectáculos de la Comunidad Valenciana; acondicionarse diferentes salas, oficinas y la zona de taquilla en la planta baja, entre los cambios más reseñables.
La segunda fase será la dotación del equipamiento escénico así como todas la instalación de iluminación, audio, intercomunicación así como los sistemas de vídeo y proyección, en otras, tal y como se desprende del pliego técnico.
Ya en la tercera fase, para la que no es necesaria su ejecución para que el teatro pueda funcionar, se contemplaría la adecuación de espacios complementarios.
Hay que tener en cuenta que este enclave, con capacidad de para 644 espectadores, permitirá al municipio alfombrero poder ofrecer actuaciones de gran nivel que hasta ahora resultaban incompatibles con los pocos espacios, así como promover formación y talleres relacionados con las artes escénicas a través de la escuela.
