Detienen en Crevillent a un empresario que explotaba a trabajadores por 200 euros a la semana y sin contrato

La Policía Nacional detiene en Crevillent a un empresario por explotar a sus trabajadores, la mayoría migrantes que no dominaban el idioma y desconocían sus derechos, y por tenerlos sin contrato, seguro de accidente y sin permiso de residencia. El autor, de 45 años y origen marroquí, está acusado de un delito contra los derechos de los trabajadores, y fue puesto en libertad tras comparecer en las dependencias policiales, quedando a la espera de ser citado para comparecer en sede judicial.

Investigación

La investigación fue desarrollada por agentes de la Unidad Contra las Redes de Inmigración Ilegal y Falsedades Documentales de la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras de Alicante, apoyados por Inspección de Trabajo, tras detectar una empresa ubicada en el municipio alfombrero sospechosa de emplear a ciudadanos extranjeros sin las garantías laborales establecidas, siendo explotados y sin contrato laboral.

En la fase de explotación de la operación, los agentes, en el momento de llevar a cabo el registro en la empresa investigada, localizaron a seis trabajadores, de los cuales, cinco eran extranjeros en situación irregular. 

El arrestado, a la sazón propietario de la empresa, obligaba a todos ellos a trabajar por un salario semanal de 200 euros, que no percibían si caían enfermos y no podían acudir al trabajo.

A cuestas con 80 kilos

Tal y como indican los investigadores, los trabajadores afectados eran explotados sin respetar lo más elemental de la normativa en materia de riesgos laborales, durante largas jornadas sin descanso, siendo su principal labor descargar fardos de ropa usada de los camiones de un peso aproximado de 80 kilos, a la espalda.

Según la Policía Nacional no contaban con ningún tipo de ayuda mecánica, llegando a sufrir los empleados en numerosas ocasiones lesiones de espalda y rodillas como consecuencia de la carga de la mercancía y de las numerosas horas trabajadas, viéndose obligados a acudir al centro de trabajo medicados por el dolor, para que el empresario no les descontara del sueldo el día.