La Guardia Civil retira artes de pesca ilegales utilizadas para capturar pulpos en Santa Pola

En las dos jornadas realizadas se han retirado 65 trampas conocidas como cadufos, y se han devuelto al mar 60 kilogramos de moluscos de diferentes tamaños y huevas de calamar

Algunas de las trampas para pulpos retiradas en esta operación, conocidas como cadufos.

Algunas de las trampas para pulpos retiradas en esta operación, conocidas como cadufos. / INFORMACIÓN

La Guardia Civil, en colaboración con la Inspección de Pesca Marítima de la Dirección Territorial de Alicante, ha logrado detectar y retirar artes de pesca ilegales dirigidas para la captura del pulpo en la bahía de Santa Pola. Además, las especies que se encontraban atrapadas fueron devueltas a su hábitat marino, según han informado este sábado fuentes de la Benemérita.

Los días 6 de febrero y 7 de marzo, en aguas de la bahía de Santa Pola, en unas actuaciones llevadas a cabo por el Servicio Marítimo y contando con la colaboración de Inspección de Pesca Marítima de la Dirección Territorial de Alicante, se detectaron artes de pesca ilegales dirigidas para la captura del pulpo. Estas trampas, conocidas como cadufos, son colocadas clandestinamente durante la noche para recolectar capturas y volver a calarlas en el fondo marino. 

Las actuaciones se llevaron a cabo gracias a los dispositivos de vigilancia del Servicio Marítimo de la Guardia Civil de Alicante y a las fuentes de información de la Inspección de Pesca Marítima de la Dirección Territorial, todo ello dirigido para prevenir actividades ilegales en el mar. Una vez identificadas, las artes de pesca ilegales fueron retiradas con éxito por los agentes junto con los inspectores de pesca. Durante las actividades realizadas, se encontraron un total de 65 cadufos y alrededor de 40 kilogramos de pulpos de diferentes tamaños, así como cierta cantidad de huevas de calamar. Todas estas especies fueron devueltas a su hábitat marino. 

Mediante estas actuaciones, la Guardia Civil reitera su compromiso con la protección de la biodiversidad marina y la conservación de los recursos naturales, así como su firme determinación de combatir la pesca ilegal y garantizar el cumplimiento de las normativas pesqueras en las aguas de la bahía de Santa Pola y sus alrededores. Este tipo de actividades ilegales, recuerdan las mismas fuentes, pueden representar un riesgo para la salud de los consumidores finales, ya que al adquirirse fuera de los canales legales no se garantizan las medidas higiénicas y sanitarias adecuadas.

Además, suponen una competencia desleal frente a los pescadores profesionales. Estas prácticas pesqueras pueden constituir infracciones graves según la Ley de Pesca, lo que podría acarrear multas de hasta 60.000 euros.