Cerca de diez mil personas pudieron disfrutar ayer en La Vila Joiosa del deslumbrante desfile de las tropas cristianas. Pasaban unos minutos de las 21 horas cuando, desde la avenida de Benidorm, empezaban a sonar los tambores que indicaban el inicio de la noche del bando cristiano. Tras la bandera de la Asociación Santa Marta, los Contrabandistas eran los encargados de estrenar las marchas cristianas que sonaron durante toda la noche por las calles vileras. A continuación, Piratas Corsaris, Destralers, Llauradors, Almogàvers, Marinos, Caçadors, Voluntaris, Pescadors y Catalans desplegaron todo su encanto para entusiasmar a todos los que presenciaban el desfile y que aplaudían a las filás. El rey cristiano, Melchor Esquerdo, cerró el desfile precedido por un numeroso boato que no dejó indiferente a nadie. Las 6.000 sillas que bordeaban las calles de la ciudad fueron insuficientes para la cantidad de personas que no se quisieron perder ayer el desfile del bando cristiano, que brilló bajo la luna con luz propia.

Los trajes de gala, las indumentarias de guerra, la sobriedad de las escuadras y la fuerza de los capitanes fueron los ingredientes principales de una noche en la que las tropas cristianas tomaron la ciudad y demostraron que están preparados para la batalla.

Esta noche, a partir de las 20 horas, en el paseo Doctor Esquerdo, en la playa Centro de La Vila, tendrá lugar el Alijo de Contrabandistas y Piratas Corsarios que, a pesar del intenso combate y la resistencia del bando cristiano, llegarán a los pies del castillo y darán paso a la Embajada Contrabandista. A partir de las 21 horas, las tropas moras se presentarán a su rey y, posteriormente, se llevará a cabo la embajada Beduína.

Durante la madrugada, a partir de las 4.45 horas, las bajadas de los ejércitos y "l'espera dels herois" indicarán la llegada del Desembarco, que ocurrirá al amanecer en la playa Centro.