El número de pasajeros procedentes de Rusia registrado en los primeros cuatro meses del año en el aeropuerto del Altet se ha disparado un 500 por cien. De enero a junio, los viajeros rusos han pasado de 944 el año pasado a un total de 4.717 en 2011, según informaron ayer fuentes de Aena. Los vuelos semanales han aumentado de siete a diez y para la temporada estival se espera que el número de pasajeros supere los ochenta mil.

Aunque las cifras absolutas sigan siendo residuales, teniendo en cuenta las que arrojan mercados fuertes como el británico que el año pasado supuso unos cuatro millones de pasajeros, los empresarios del sector turístico no quieren dejar correr el dato que evidencia una tendencia al alza en consonancia con el resto de España donde el turismo ruso ha aumentado en su conjunto un 30 por ciento.

El presidente de la patronal hotelera de Benidorm y la Costa Blanca Hosbec, Antonio Mayor, destacó ayer que el ruso es "un mercado al que hay que prestarle mucha atención porque nos puede traer muchas alegrías". "Es un filón y hay que cuidarlo, sus estancias son más largas, de unos 15 días, y además son clientes también del sector inmobiliario" son algunas de las ventajas que explicó Mayor, junto a un poder adquisitivo más elevado que el del cliente tradicional de Benidorm. El presidente de la patronal destacó que es necesario emprender "acciones conjuntas de promoción" entre las diferentes administraciones, los operadores turísticos y los empresarios para hacerse un hueco en este incipiente público. Lo que demuestran los datos, según destacó Mayor, "es que los rusos quieren venir a España y ahí tenemos un filón pero hay que cuidarlo".

Aena ya ha aumentado su número de vuelos semanales en El Altet de siete a diez. Las previsiones para la temporada estival disparan el número de viajeros rusos previstos en vuelos programados de los 32.195 registrados el año pasado hasta 81.153 este verano. Cuatro compañías operan ya entre el aeropuerto alicantino del Altet y los dos aeropuertos de Moscú.

La tendencia al alza del turismo ruso es innegable y una muestra de ello es que el Gobierno central, a través de la Secretaría de Estado de Turismo, ha autorizado esta misma semana la contratación de 16 personas más en el Consulado español de Moscú para agilizar la tramitación de visados ya que, hasta ahora, la falta de personal estaba colapsando el organismo y mantenía bloqueada la expedición de visados turísticos. Con este refuerzo de la plantilla se prevé dar salida a unos 200.000 turistas rusos, la cuestión es si la Costa Blanca va a saber atraer a un porcentaje significativo.

El presidente de Hosbec destacó ayer que aunque se hacen campañas conjuntas a través de Turespaña y se han realizado algunas acciones puntuales como la participación en la feria de Moscú, algunos "workshops" en capitales rusas o la organización de algún que otro "fam trip" por parte del Patronato de Turismo de la Costa Blanca, "hay que ir más allá, tenemos que ser más originales", destacó Mayor.

Mayor apuntó además a la necesidad de ampliar contactos con los grandes touroperadores de Rusia: "Tenemos que conseguir que todos los operadores trabajen con nosotros porque hay algunos grandes que aún no vienen aquí", indicó el presidente de Hosbec. Antonio Mayor destacó que "otras zonas, como Cataluña, que se han anticipado a este fenómeno han tenido aumentos del 60 y del 90 por ciento" en el mercado ruso "pero nosotros estábamos ahí estancados con el mercado inglés", indicó.

Nuevos mercados

La necesidad de abrirse a nuevos mercados y salir de la dependencia del turismo británico no es nueva pero sigue siendo un clamor de los hoteleros. Esta misma semana, Hosbec manifestaba la necesidad de promocionarse en mercados cercanos como el francés, el alemán y el italiano, que no son clientes tradicionales de Benidorm y la Costa Blanca, en parte, por una cuestión de prejuicios, ya que los propios expertos del mundo del Turismo han calificado el litoral mediterráneo como un "destino maduro y obsoleto" que necesita renovarse. En este sentido, Mayor defendió enérgicamente la reconversión "sin parangón" de la planta hotelera de Benidorm, donde "cada año se abren hoteles nuevos, otros se reforman o se reconvierten en hoteles de más estrellas" y donde ha despuntado "el esfuerzo inversor privado". Eso sí, lamentó la falta de inversiones públicas y reclamó una reconversión de la escena urbana acorde con los hoteles porque "el espacio público de Benidorm se ha quedado atrás".

Pero el presidente de la patronal hotelera defendió los valores con que cuenta Benidorm y toda la costa alicantina para erigirse como destino diferenciado, no sólo por su planta hotelera de calidad sino por otros atractivos como la cultura gastronómica, el golf, la seguridad, el turismo de congresos, los parques temáticos o el turismo de conciertos, entre otros valores que hay que vender en el exterior en nuevos mercados emisores de turistas.