Una de las anécdotas más curiosas que están dejando las Fiestas Mayores de 2012 es la que se refiere al cumplimiento del protocolo a la hora de situar en las zonas y filas reservadas a las autoridades a los distintos políticos de uno y otro signo, motivado principalmente por el pacto entre Agustín Navarro y Gema Amor, según el cual, entre otros aspectos de la vida política y municipal, ella habría de acaparar el mismo protagonismo que el primer edil cuando de lo que se trata es de lucirse ante la "gent del poble". Podría decirse, por tanto, que la líder de los liberales ha llevado al gabinete de protocolo municipal a aplicar un orden "a mi manera", como cantaba el recordado Frank Sinatra. Y todo para que la portavoz del CDL y primera teniente alcalde participe, siempre, en la primera fila y ocupe en las tribunas un lugar, siempre, de relevancia sobre el resto de ediles u otros cargos que jerárquicamente deberían situarse por delante de ella.

Un ejemplo se pudo presenciar, ayer, en la procesión de la Mare de Déu. Como alcalde, a Navarro le tocó presidir la primera fila de autoridades. Ahí no había duda. Y, junto a él, se situaron Agustín Almodóbar, senador del PP, y Gema Amor, que estando presente el alcalde participaba simplemente en condición de concejala y que ocupó un lugar preferente por delante, por ejemplo, de la edil de Fiestas, Cristina Escoda -a la que hasta ahora se le había dado predominancia en todos los actos festeros-, o del presidente de la Comisión de Fiestas Mayores, José Ferrer. Ambos fueron situados en las dos esquinas de la primera fila. Pero, además, tampoco se tuvo en cuenta la presencia del director general de Turismo de la Generalitat, Sebastián Fernández, que desfiló en la segunda fila con otros ediles del PSOE y del CDL.

También el sábado durante la Ofrenda, la líder del CDL estuvo en primera fila. Y también ayer en la misa mayor.