Afortunadamente y gracias a un amplísimo dispositivo de seguridad y a la cordialidad tanto de los fans de Melendi como de los festeros de Benidorm, el concierto del artista asturiano en la ciudad se desarrolló sin incidentes aunque superó todas las expectativas. Más de 17.600 personas, según informaron desde la organización, asistieron a la actuación del cantante en el campo de fútbol de Foietes.

Las colas de fans para entrar al recinto llegaron a superar el kilómetro y la policía, que contó con refuerzos especiales de otros cuerpos de seguridad e incluso de otros municipios, no dio abasto para organizar los atascos de tráfico que provocó el concierto gratuito del asturiano. El público fue cacheado y se intervinieron gran cantidad de petardos y material pirotécnico así como algunas navajas y también bebida. Y no sólo hubo que abrir las puertas antes de lo previsto, ante la aglomeración de fans, algunas de ellas en la cola desde las ocho de la mañana, sino que también hubo que retrasar el concierto porque a las 00:30 horas quedaba todavía mucha gente fuera esperando poder acceder.

Melendi, esperó, salió y no defraudó, cantando sus mayores éxitos, aunque la mayoría de los peñistas y vecinos de Benidorm prescindieron del concierto para montarse la fiesta en la noche del sábado. Mientras el asturiano cantaba, las peñas estaban abarrotadas e incluso habían programado sus propias actuaciones musicales, con bandetas y grupos de música en la calle.

El temido momento de la salida del recinto y de la posibilidad de que la multitud de gente, la mayoría venidos en autobuses desde Valencia, Murcia y otros municipios de la provincia como Elche o Alicante, también fue fluido. Sólo algunas peñas prefirieron echar el cierre temporalmente por precaución o tenían la fiesta dentro a puerta cerrada, pero sin mayores incidencias. El despliegue policial en la zona de las peñas también fue muy amplio. Dos furgones con al menos una decena de agentes se mantuvieron fijos en la zona de La Palmera para vigilar el área de los locales de peñas.

Muchos de los asistentes al concierto no obstante se fueron de peñas después de la actuación. Aunque la organización trató de evitarlo contratando un dj, el pinchadiscos apenas estuvo diez minutos pinchando y su actuación fue suspendida porque ya se iba del recinto. Entre los foráneos, satisfacción con el concierto y con los peñistas, ya que muchos disfrutaron de la hospitalidad de los festeros locales. Entre los benidormenses, quejas por la gran publicidad dada al evento y por haberlo puesto en sábado: "hemos pagado un concierto para otros", decían.