Casi un centenar de niños ingresados en el Área de Pediatría del Hospital Marina Baixa han participado durante el pasado año 2013 en las actividades de animación desarrolladas por los voluntarios de Cruz Roja.

El ingreso hospitalario supone un proceso de adaptación a un medio que para el menor es extraño: tiene que desenvolverse en un espacio distinto, con normas, horarios y personas diferentes. Se convierte por ello en un periodo de crisis en su desarrollo que, junto con los largos espacios de tiempo vacío y el difícil trago que suponen las pruebas diagnósticas y tratamientos, hacen de la estancia hospitalaria un periodo de riesgo psicosocial tanto para el menor como para su familia.

Para mejorar esta situación es fundamental articular una serie de actividades de apoyo emocional durante el tiempo que dura la enfermedad, que les ayude a afrontar el proceso, ámbito en el cual la Conselleria de Sanitat cuenta con la experiencia del voluntariado ciudadano solidario.

En el Hospital Marina Baixa, Cruz Roja cuenta con una red de 11 voluntarios que, dos días por semana, realizan actividades de expresión, psicomotricidad y estimulación, juegos o talleres con los más pequeños en la guardería del centro hospitalario. Además, el préstamo de juguetes, la animación a la lectura y cuentacuentos, el visionado de películas y el apoyo escolar o emocional, son otras de las acciones desarrolladas.

En este sentido, el gerente del Departamento de Salud de la Marina Baixa, el doctor Juan Antonio Marqués, destaca la labor que realizan los voluntarios de la organización con los menores «de una forma totalmente altruista, y cuyo objetivo principal es hacer lo más amena posible la estancia en el Hospital y que los niños sufran, lo menos posible, el hecho de estar hospitalizados y fuera de su entorno familiar y social».