Imagen insólita en los arenales de Benidorm cuando una intensa lluvia de no más de una hora vació las playas de la ciudad en pleno mes de julio. Muchos turistas optaron por recoger sus bártulos y usarlos a modo de paraguas para protegerse del aguacero. Aunque algún valiente se atrevió a desafiar al mal tiempo y darse un chapuzón bajo la lluvia.