Juegan al despiste con aquellos que deciden apostar su dinero para intentar averiguar dónde está la «bolita». Se valen de una caja de cartón a modo de mesa y una especie de cubiletes donde esconder una bola que acaba siendo el centro de todas las miradas, las de turistas y cómplices, que intentan seguir sin éxito las manos del que la mueve. La primera vez puede que el turista gane y duplique su apuesta; la segunda seguro que ya no. Es el juego del «trile», una práctica ilegal que cada día se puede ver por las calles de Benidorm, como el paseo de Levante o la calle Filipinas. Pero desde hace un tiempo, aquellos que intentan ganar dinero a costa de los que apuestan se enfrentan a un cerco policial que hace que tengan que ingeniárselas para poder continuar con su timo.

Y es que las actuaciones policiales se han intensificado en los últimos tiempos y solo en agosto la Policía Local de Benidorm ha llevado a cabo 33 intervenciones en las calles para perseguir esta práctica. Es decir, prácticamente una por día de este mes de verano. Las últimas este pasado fin de semana en la que los efectivos locales han tenido un trabajo intenso en el que consiguieron interceptar el dinero y los utensilios de estos «jugadores».

Los agentes vigilan cada punto para intentar evitar que los «trileros» hagan su agosto, nunca mejor dicho, y se lleven el dinero de los turistas con la ayuda de cómplices que también apuestan en cada partida para animar a los usuarios.

Las apuestas suelen ser de 20 o 50 euros que van subiendo hasta que en la mesa se pueden ver decenas de billetes. Sólo en el mes de agosto, en 17 de las 33 intervenciones se consiguieron incautar 1.210 euros a estos «trileros», según indicaron fuentes policiales.

A todos ellos se les sanciona de forma administrativa y se les incauta el material que estaban utilizando además de los billetes que lleven encima en ese momento. Hasta ahora, y durante muchos años, poco más se podía hacer ya que la mayoría de ellos se declaraban insolventes por lo que no hacían frente a esas multas.

Ahora, la Policía Local de Benidorm tiene otra herramienta con la que intentar erradicar esta práctica: la de denunciar a los «trileros» por desobediencia a la autoridad, un delito que sí recoge el Código Penal en el artículo 556.1. Es decir, por reincidir en el tiempo en la misma cuestión sancionable a pesar de las advertencias y las sanciones impuestas por los agentes, caso en el que «se encuentra alguno de los trileros», explicaron fuentes de la Concejalía de Seguridad Ciudadana. Así, de esas 33 intervenciones, 22 de ellas han acabado con actas por ese delito tipificado en el Código Penal y se han trasladado al juzgado.

Como con los «mojiteros»

De esta forma, los agentes y el departamento de Seguridad Ciudadana están aplicando al problema del «trile» el mismo protocolo que con los «cuberos» que recorren las playas bandeja en mano para vender bebidas alcohólicas a los turistas. En el mes de mayo, un juzgado de Benidorm emitía las primeras tres sentencias contra estos «mojiteros» precisamente por desobediencia y les condenaba a una multa de cuatro euros diarios durante cuatro meses. Esta cuestión abrió la puerta a que a otras prácticas como el «trile» se aplicara la misma fórmula para poder enmarcarlas en el ámbito penal.

El concejal del área, Lorenzo Martínez, explicó a este diario que «estamos poniendo todos los medios que tenemos para intentar acabar con esta práctica en las calles de Benidorm». Así añadió que «seguiremos con esta línea de trabajo en septiembre y octubre» para intentar acabar con ellos o al menos que reduzcan su actividad.