Agricultura dice ahora que la única manera de atajar la Xylella es arrancar los árboles

La consellera de Agricultura, Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Rural, Elena Cebrián, afirmó ayer que en estos momentos la única manera de luchar contra la expansión de la Xylella fastidiosa es arrancar los árboles afectados, dada la «enorme capacidad contagiosa» de esta bacteria que afecta a olivo, vid o almendros, entre otras variedades vegetales.

Estas declaraciones contrastan con la posición defendida hace solo cuatro días, el pasado viernes, cuando informó a través de un comunicado que se aplazaba el arranque de los almendros afectados por la Xylella fastidiosa que todavía no se han cosechado, para facilitar que pueda recogerse el fruto de esta campaña aunque de todas formas el árbol tenga que ser después talado y triturado.

Cebrián se defendió así ayer de las críticas de agricultores alicantinos al arranque de almendros cuando se encuentran en periodo de recogida. Al respecto, indicó que la normativa europea es «muy estricta» y contempla medidas tan duras como el arranque y destrucción precisamente por el «potencial enorme» de transmisión de la bacteria.

Según expuso, la principal preocupación de su departamento cuando se detectó la bacteria en la Comunidad por primera vez, en la provincia de Alicante, fue evitar que se expandiera y pudiera afectar a otros cultivos, por lo que se ha trabajado para mantenerla «confinada» y se ha realizado «un esfuerzo tremendo de personal y de medios para la erradicación de plantas enfermas».

Además, se monitorizan no solo las zonas afectadas (la Marina Alta y Baixa y l'Alcoià) sino también el resto de cultivos para evitar que «salga de donde está y cause daños mayores». Todo ello, resaltó, con el objetivo principal de defender al sector y la economía.

La consellera también señaló que exigen a la Unión Europea un mayor control a los productos que llegan desde terceros países, que se les pida «lo mismo que se pide a los agricultores europeos» por lo que supone de «competencia desleal» como para garantizar la sanidad vegetal.

Por ejemplo, dijo, no se sabe con certeza cómo llegó a Europa la Xylella, pero se sospecha que fue «a través de plantas ornamentales llegadas desde Centroamérica». Así, reclamó un mayor control de las fronteras para saber qué entra en la UE porque, de lo contrario, «se están poniendo en riesgo nuestras producciones».