El Consell limita la velocidad a 50 km/h en el tramo entre La Nucía y Benidorm

Con el pie puesto en el freno. Así circulan, desde hace unos días, los usuarios de la CV-70 cuando transitan entre La Nucía y Benidorm. El motivo no es otro que el nuevo límite de velocidad que ha impuesto la Conselleria de Vivienda, Obras Públicas y Vertebración del Territorio, que dirige la socialista María José Salvador, en este tramo de la carretera que conecta la capital turística de la Costa Blanca con Alcoy. Así, el departamento autonómico ha reducido a 50km/h el tope para atravesar los siete kilómetros que separan ambas localidades al considerar que se encuentran dentro de un «contexto urbano». De ahí la bajada, según explicaron ayer fuentes del Consell a preguntas de este periódico.

La CV-70 constituye la unión del interior de la provincia con la costa alicantina, conectando Alcoy con Benidorm a lo largo de 45 kilómetros que, hasta ahora, podían ser transitados en su totalidad a un máximo de 70 km/h. Sin embargo, desde hace unos días los últimos siete kilómetros de este vial, que se encuentran entre La Nucía y la capital turística de la Costa Blanca, han estrenado nuevo tope de velocidad. Como si se tratara de una vía urbana más los conductores no deben superar, desde el pasado fin de semana, los 50 km/h en este tramo que, además, aglutina un total de siete rotondas.

Cabe destacar que, a diferencia del resto de la CV-70, la parte que discurre entre La Nucía y Benidorm cuenta con dos carriles por dirección, pasos de cebra, carriles bici y otros elementos que convierten este tramo en el más urbano de toda la carretera. De ahí que, finalmente, se haya decidido bajar el máximo de velocidad permitida con el fin de garantizar la seguridad vial de viandantes y ciclistas. «Hay muchas viviendas, cafeterías y restaurantes en este trozo de la conexión, es por ello que se ha reducido el tope al límite urbano», apuntaron ayer fuentes de la conselleria de Vivienda, Obras Públicas y Vertebración del Territorio a este diario.

Accidentes

Otra de las motivaciones para aplicar una bajada en la velocidad en la CV-70 entre Benidorm y La Nucía ha sido el aumento de la siniestralidad. «Se han ido registrando cada vez más accidentes leves por alcance», lamentaron ayer fuentes del departamento autonómico. La reducción a 50 km/h es una de las formas de intentar reducir los choques entre vehículos.

Asimismo, la contaminación acústica que soportan las viviendas de la zona es otro de los factores que han motivado la reducción de velocidad. «El ruido que se escucha desde estos inmuebles es muy elevado», apostillaron desde la Conselleria, a la vez que hicieron hincapié en que la medida se ha tomado en pro de la seguridad vial.

No obstante, la medida ha generado un amplio debate entre los usuarios y se ha convertido en el tema estrella de conversación en La Nucía. De hecho, el temor a la llegada de multas ha hecho que empiece a correr el rumor de que ya se ha instalado un radar a la entrada de la localidad para dar «caza» a todos aquellos que incumplan el nuevo límite de velocidad. Algo que, sin embargo, desmintieron ayer fuentes municipales. «No hay ningún radar fijo. De hecho, estaríamos obligados a señalizarlo como indica la normativa», apuntaron.

El colapso en el tráfico es otra de las cuestiones que preocupa tanto a usuario como a autoridades locales. No hay que olvidar que este tramo de la carretera es muy transitado al suponer un camino alternativo a la N-332 entre algunas localidades de la Marina Baixa y Benidorm, por lo que, en horas punta, las colas de coches podrían aumentarse a raíz de la reducción de velocidad.