El Ayuntamiento de Benidorm aprobó en el pleno de ayer por, unanimidad y vía de urgencia, una moción en la que pide a las Cortes Generales una reforma de la ley para que la práctica de «actividades ilícitas», como el trile, «no gocen de la impunidad con la que las trata la legislación actual». El objetivo de esta moción es que el trile sea tipificado como delito en el Código Penal y así dotar a las Fuerzas de Seguridad de «procedimientos ágiles» y «medidas jurídicas eficaces» que permitan «erradicar» esta actividad fraudulenta, según fuentes municipales, por el daño al turismo y Benidorm.

Según la moción, desde principios de los años setenta, el trile «viene afectando y dañando la imagen de la ciudad segura que es Benidorm sin que hasta la fecha se haya encontrado la fórmula eficaz para erradicar la actividad», a pesar de que «todos los gobiernos de la ciudad han intentado orquestar estrategias para eliminar la penosa imagen de los trileros actuando en la vía pública.

El pleno municipal en el que se ha aprobado por unanimidad esta moción ha tenido lugar después de la reciente difusión de un vídeo a través de redes sociales sobre un suceso ocurrido hace unos días en Benidorm en el que un joven británico recibió una paliza a manos de un grupo de trileros por avisar a otros turistas de que les estaban estafando.

El pleno también aprobó por unanimidad la moción del grupo socialista para que el Ayuntamiento ejecute de forma subsidiaria los trabajos de reparación, limpieza y puesta a punto necesarios en la estación de autobuses para, posteriormente, facturárselos al actual concesionario que explota esta infraestructura municipal.

También por unanimidad, el pleno de ayer votó el rechazo a una posible implantación de una tasa turística en la Comunitad Valenciana, un «no rotundo» a un impuesto «que grava las pernoctaciones y alojamientos reglados» y que «va a hacer empeorar los resultados turísticos de Benidorm y de toda la Comunidad».