El Ayuntamiento de Benidorm ha reabierto este viernes dos tramos de la calle Mallorca, el epicentro de los locales de ocio británicos, tras su remodelación integral. Las obras se han ejecutado en tres meses menos de lo previsto, y han incluido mejoras en las infraestructuras hídricas y de servicios.
En Benidorm se ha trabajado contrarreloj para finalizar la renovación de la calle Mallorca, una de las principales arterias de la zona inglesa, en tan solo cuatro meses, tres menos de lo previsto. En concreto, se han abierto dos tramos del vial, los que discurren entre Lepanto y la avenida del Mediterráneo.
A lo largo de los próximo días, según ha indicado el alcalde, Toni Pérez, «se completará la actuación con la instalación del mobiliario urbano», así como la próxima semana está previsto abrir el último tramo, entre Lepanto e Ibiza, «una vez culminen las tareas de pintura del nuevo pavimento».
Pérez ha explicado que «además del nuevo aspecto estético», el cambio más significativo «es su conversión en una calle totalmente peatonal». Asimismo, ha recalcado que «como venimos haciendo en todas y cada una de las obras, hemos conseguido la accesibilidad total de la calle Mallorca» con un sistema de plataforma única.
La reducción de los plazos previstos es una de las cuestiones que el primer edil ha resaltado, ya que en su momento «dijimos que se iba a hacer un esfuerzo extraordinario por acelerar este proyecto», a fin de que el vial «estuviera totalmente renovado coincidiendo con la llegada del turismo británico, el principal mercado en esta zona de Benidorm».
En este sentido, Toni Pérez ha lamentado que pese «a cumplir con nuestro compromiso, la ciudad sigue sin recibir el ansiado turismo del Reino Unido», aunque la última decisión del gobierno británico de mantener a Benidorm en la calificación «ámbar» permite «conservar esperanzas de cara a finales de agosto o principios de septiembre, de forma que tengamos un otoño de apertura de servicios y establecimientos turísticos prácticamente al 100%».
Con cerca de un millón de euros de inversión, financiados a través del Fondo de Renovación 2020-2027 del contrato del agua, la actuación ha incluido la renovación de todos los servicios públicos de agua, energía eléctrica y telecomunicaciones, así como del pavimento, el arbolado y el mobiliario.
Entre las mejoras hidráulicas destaca la sustitución de la conducción de agua potable y la creación de un colector de aguas residuales, así como cambios en la red de pluviales. Otros cambios a nivel general son la incorporación de tecnología LED en el alumbrado y la instalación de cámaras.
