El Hospital de la Marina Baixa se encuentra a escasas semanas de dar el pistoletazo de salida al proyecto que pondrá fin a una reivindicación histórica en esta comarca: las obras de ampliación que permitirán incrementar las camas de este centro y duplicar la capacidad de algunos de los servicios más demandados, entre ellos Urgencias, quirófanos o especialidades como Oftalmología.
Dirección y trabajadores del centro saben que, por muy esperadas, las obras no serán fáciles. Sobre todo, porque habrá que hacer frente a un importante desafío: que la construcción interfiera lo menos posible en la actividad asistencial y no paralice servicios o consultas.
Y, además, habrá que sumar un añadido: la construcción de la nueva ala hospitalaria ocupará prácticamente toda la superficie del actual aparcamiento que se habilitó hace ahora algo más de dos años, tanto con la obra en sí como con el acopio de materiales o el paso de grúas o vehículos pesados, lo que obligará a usuarios y trabajadores a aparcar sus vehículos fuera del recinto y tener que desplazarse andando hasta el Hospital por una carretera sin aceras, con poca iluminación y que ofrece muy poca seguridad.
"Estamos a escasos días de que se apruebe la adjudicación definitiva y se firme el contrato, pero el ritmo con el que se van a llevar las obras sí es algo que, efectivamente, nos preocupa". Así lo reconoce la gerente del Departamento de Salud comarca, Rosa Louis Cereceda, que ya ha mantenido los primeros contactos con responsables de la Conselleria de Sanidad para planificar la forma en la que convivirá la actividad hospitalaria con las obras.
Entre las fórmulas que se barajan para ejecutar la obra, los técnicos ya han decidido que se realice siguiendo un patrón por anillos; esto es, arrancando en la parte más próxima al actual edificio, uniendo todas las conexiones de cableado eléctrico, tuberías y otros trabajos internos para, desde ahí, continuar por las siguientes crujías hasta la parte más alejada.
"Es la forma que se considera que va a generar las menores molestias a los usuarios y también a la propia actividad en sí del hospital", explica la gerente, que añade que hay un único "requisito imprescindible: que se respete al cien por cien la actividad presencial".
Una vez construida esta nueva ala vendrán las siguientes fases, hasta completar los 30 meses que tiene el proyecto como plazo de ejecución. Esto es, hasta el último trimestre de 2024: la obra interior, dotar de mobiliario el edificio, hacer el traslado de los servicios que están previstos en este nuevo espacio y reformar las áreas del actual hospital para ampliar camas y servicios que verán enormemente mejoradas sus instalaciones. Pero todo eso vendrá más adelante.
"Abandonados"
Ahora mismo, lo que más preocupa al margen de cómo convivirán sanitarios, pacientes y obreros, es la que el acceso al Hospital Marina Baixa "tenga seguridad y no sea un peligro para los peatones", reconoce Rosa Louis Cereceda.
La gerente indica que, aunque se prevé destinar una parte importante de presupuesto a la seguridad vial, los traslados desde fuera del recinto hasta el centro compartiendo carretera con coches, camiones pesados y otros usuarios es algo que trae de cabeza a los responsables del departamento.
Lo mismo opinan los sindicatos. Juan Ramón Such, delegado sindical de Comisiones Obreras en el centro, lamenta que pese a "saber desde hace meses que esto iba a ocurrir", el Ayuntamiento de La Vila, en cuyo término se ubica el Hospital, no haya "hecho absolutamente nada para evitar este problema".
"Trabajadores y usuarios vamos a tener que aparcar en el polígono y nadie se ha planteado hacer aceras para que la gente camine segura o para que vaya una persona con una silla de ruedas o un carrito de bebé", reprocha Such.
Por ello, CC OO afirma que los trabajadores se sienten "abandonados" e instan a las autoridades a dar una rápida solución a este problema.
La Vila ultima la compra de más terrenos para estacionar
El Ayuntamiento de La Vila Joiosa, en cuyo término se ubica el Hospital, ultima la adquisición de otros 15.000 metros cuadrados de suelo en terrenos anexos al centro hospitalario para volver a ampliar el aparcamiento. El actual parking fue construido en 2019, después de muchos años con unas instalaciones del todo precarias, pero con las obras de ampliación quedará prácticamente inutilizado y, cuando éstas finalicen, bastante menguado, debido a que el nuevo edificio ocupará una buena parte de la actual superficie para estacionar. El Consistorio vilero destinará en torno a 400.000 euros para comprar este suelo, mientras que desde CC OO lamentan que la instalación no vaya a estar todavía disponible, a pesar de ser tan necesaria.
