La pandemia de coronavirus desatada en 2020 generó un torbellino de información difícil de asumir por muchos colectivos. Términos hasta entonces reservados a investigadores y ratones de laboratorio irrumpieron en nuestras vidas hasta colonizar durante muchos días, muchos meses, la mayoría de las conversaciones. E hicieron que muchos de nosotros normalizásemos palabras como antígenos, anticuerpos, PCR, confinamiento o cuarentena, creando en muchos casos imaginarios científicamente inexactos con consecuencias negativas sobre la salud y el estado emocional, sobre todo entre la población socialmente más vulnerable como pueden ser niños y adolescentes.

Ahora, alumnos de cinco centros educativos de la Marina Baixa con edades comprendidas entre los 6 y los 16 años participan en un estudio nacional para saber cómo ha calado el covid-19 en el lenguaje de este grupo poblacional y analizar el impacto de la realidad que han vivido, así como la influencia recibida de agentes de información externos, como los medios de comunicación. 

El proyecto, denominado LEXCOVID, está abanderado por la Universitat Pompeu Fabra y dirigido por la doctora Rosa Estopà. En él, además de las escuelas de la Marina Baixa, también han participado centros educativos de Cataluña, Madrid y La Rioja, así como diversas universidades, entre ellas la Universidad de Alicante, la Universidad de Valladolid, la Universidad Politécnica de Madrid y la Fundación Rioja Salud. 

Los centros de la provincia donde se ha llevado a cabo el estudio son El Blanquinal, Les Rotes, Altea La Vella, El Planet, todos ellos ubicados en Altea, así como el Colegio Almedia, que se encuentra en Callosa d’en Sarrià, gracias a la mediación de la profesora de Lengua Española de la UA y colaboradora en esta investigación, Isabel Santamaría

Una de las definiciones realizadas por alumnos de sexto de Primaria que han participado en el estudio. INFORMACIÓN

"Hemos asistido a un proceso, desde el punto de vista lingüístico, en el que muchas palabras han pasado del lenguaje científico al de la población general de forma muy apresurada y lo que perseguimos ahora es conocer cuál ha sido el impacto de todo ello en los más pequeños desde el ámbito pedagógico y lingüístico", señala la profesora de la Universidad de Alicante.

Antígenos, burbujas, vacunas

Para llevar a cabo el estudio, los investigadores seleccionaron un total de 22 palabras que no hemos dejado de escuchar desde que comenzó la crisis sanitaria: coronavirus, virus, covid-19, UCI, test de antígenos, PCR, gel hidroalcohólico, neumonía, mascarilla, grupo burbuja, pandemia, epidemia, contagio, vacuna, antivacunas, confinamiento, caso positivo, cuarentena, brote epidémico, respirador artificial, aislamiento y distancia social.

Uno de los dibujos realizado por un niño participante en la investigación para representar la pandemia de covid-19. INFORMACIÓN

A partir de ahí, cada centro participante se quedaba con once términos y se los presentaba a sus alumnos mediante unas fichas donde solicitaban dos ejercicios: por un lado, definir las once palabras elegidas como si tuviesen que explicárselas a una persona de su edad recién llegada de otro planeta y que desconociese por completo todo lo relacionado con esta enfermedad; por otro, dibujar algunos de estos términos, especialmente en la franja de edades más tempranas.

Los primeros avances

Aunque la investigación todavía se encuentra en la fase del volcado de todos los datos y es pronto para valorar los resultados, Isabel Santamaría afirma que de las encuestas realizadas ya se pueden apreciar algunos primeros avances. Y, además, demasiado curiosos. Por ejemplo, el hecho de que prácticamente el cien por cien de los niños y adolescentes, cuando se les pidió dibujar el coronavirus, lo pintaron de color verde.

Otra definición sobre el covid-19 que se incluirá en el estudio. INFORMACIÓN

"Las formas varían, normalmente lo hacen redondo, pero lo que no falla es que siempre, todos los niños, lo representan de verde", explica la profesora de la UA que, además, muestra su sorpresa por el hecho de que al SARS-CoV 2 se le haya atribuido en el imaginario colectivo siempre este color "cuando el verde hasta ahora se solía asociar a la calma, la esperanza o el medio ambiente".

Otra curiosidad. Desde que empezó la crisis sanitaria, el término positivo cambió por completo de significado para los más pequeños: dejó de ser algo hasta entonces positivo, valga la redundancia, para convertirse justamente en todo lo contrario. ¡Todos querían ser negativos!

Prácticamente el cien por cien de los alumnos que participaron en la investigación representaron al coronavirus de color verde. INFORMACIÓN

Todos los datos obtenidos en esta investigación se publicarán el próximo mes de septiembre en un libro. Y, a partir de ahí, completar el estudio con otros materiales, como un diccionario con definiciones e infografías realizadas por los alumnos participantes o la creación de una base de datos a partir de la cual desarrollar otros estudios en mayor profundidad. Por ejemplo, para saber cómo va progresando el conocimiento científico por el uso de las mismas palabras a edades diferentes; si hay diferencias en el uso de determinadas palabras en función de la edad y el género; qué cambios terminológicos se han producido antes y después de la pandemia con determinadas palabras; o los falsos mitos que se hayan podido crear por el uso correcto o incorrecto de las mismas, explica la profesora de la UA.