¿A qué sabe el agua de Benidorm?

¿A qué sabe el agua del grifo? ¿Y la embotellada o la desaladora? ¿Es fácil distinguirlas? Estas son algunas de las preguntas a las que los vecinos y turistas de Benidorm han podido tener respuesta este lunes en el parque de Elche tras catar seis tipos de agua. La actividad, organizada por el Ayuntamiento de Benidorm y la concesionaria del Ciclo del Agua de la ciudad, Hidraqua, se enmarca dentro de la celebración del Día Mundial del Agua que cada año tiene lugar el 22 de marzo.

La iniciativa de este año es hacer probar a lo usuarios seis tipos de aguas diferentes en el parque de Elche: de embalse, de pozo, embotellada de alta mineralización, embotellada de baja mineralización, de la red de agua potable de Benidorm y de desalinizadora. En primer lugar se realiza un análisis visual de la misma para testar su brillo, fluidez, color y limpieza. Después se procede a un análisis olfativo para considerar las fragancias presentes, agradables o desagradables. En esta prueba se valora la frescura del agua así como el aroma que pueda desprender debido a la presencia de cloro, detergente, hidrocarburos o disolventes. Por último se realiza un análisis gustativo en el que los participantes valoran el sabor dulce, salado, ácido o amargo del agua.

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A medida que van completando cada uno de los análisis se puntúa de 1 a 4 cada uno de ellos, siendo 1 la menor intensidad y 4 la mayor. Uno de los objetivos de la actividad es el de poner en valor la calidad del agua del grifo y las "absolutas garantías sanitarias sobre su consumo", según el alcalde Toni Pérez que ha asistido al lugar junto con los concejales de Ciclo del Agua, José Ramón González de Zárate, y de medio ambiente y Playas, Mónica Gómez.

El alcalde también ha participado en la cata y ha destacado la importancia de la "concienciación" sobre su uso y ha animado a la población a "beber agua del grifo por su valor para la salud". Toni Pérez también ha aludido a la "enorme gestión hecha en materia hídrica en la ciudad que ha permitido contar con unas infraestructuras que propician que se aproveche y reutilice casi el 100% del agua".   

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Por su parte, el químico David Ribes, que es también gerente de Calidad de Agua de Hidraqua en la Comunidad Valenciana, ha resumido en cuatro razones los motivos por los que es "recomendable, bueno y muy positivo" beber agua del grifo. En primer lugar, ha indicado, el precio: "El agua del grifo es mil veces más barata que el agua embotellada. Diez litros del grifo apenas vale un céntimo. Un botellín de agua en un restaurante cuesta un euro. No hay más que hacer la proporción".

La segunda razón es la sostenibilidad, porque "no se generan plásticos por lo que a nivel medioambiental no hay comparación posible". Además, ha agregado que hay que tener en cuenta que España es "uno de los países del mundo que más plásticos genera a causa de las botellas de agua". La tercera razón es que "es la más controlada y vigilada porque todos los días pasan muestras por los laboratorios y cuando cumple los requisitos de calidad se suministra a los usuarios y es perfecta para su consumo".

La última razón está vinculada a la salud: "Contiene las sales minerales que necesita el organismo. Calcio, sodio, magnesio, potasio… que son necesarias para un buen funcionamiento del corazón, los huesos, los músculos o las neuronas". Ribes ha señalado además que "estas son las cuatro razones principales, las esenciales, pero existen muchas más para aconsejar beber agua del grifo".