Una obra de la pintora Teresa Martínez "L'Algarenya" anunciará la Semana Santa de Altea

El sacerdote de Albatera José Abellán pronunció este viernes el pregón de las celebraciones religiosas alteanas en la iglesia de San Francisco

Cartel anunciador de la Semana Santa de Altea que se dio a conocer este viernes.

Cartel anunciador de la Semana Santa de Altea que se dio a conocer este viernes. / Diego Coello

La Semana Santa de Altea ya tiene cartel anunciador. Este viernes por la noche se presentó en la iglesia de San Francisco la obra realizada por la pintora Teresa Martínez Parra, L'Algarenya, en un acto donde también se pronunció el pregón de las próximas celebraciones religiosas. Este último corrió a cargo del sacerdote José Abellán Martínez, actual párroco de la iglesia de Santiago Apóstol de Albatera y que anteriormente, entre octubre de 2014 y septiembre de 2021, fue tituar de la parrquia de Nuestra Señora del Consuelo de Altea.

Los encargados de descubrir el cartel fueron el actual párroco de Altea, Francisco Morató, y el miembro de la junta gestora de la Junta Mayor de Cofradías, Vicente Sellés, después de que este último diera a conocer que la pintora, alteana de nacimiento y residente en València, no había podido acudir por cuestiones laborales. La obra es la representación de una cruz formada "por algas de Posidonia sobre un fondo de pan de oro para simbolizar la pureza y divinidad aúrea junto al lecho marino que también purifica y nos recuerda la llegada del Santísimo Cristo del Sagrario a nuestras costas en una fusión alquímica de oro y algas, de materia y espíritu", según palabras de Teresa Martínez que relató Vicente Sellés.

Sellés destacó ante los asistentes al acto que Teresa Martínez realiza proyectos sobre la creación de plataformas de arte y diversidad funcional en el Máster de Terapias Psicoexpresivas, donde los últimos años ha sido docente del mismo, impartiendo el módulo de "Diversidad funcional y las terapias artísticas". Su obra ha viajado a México, Holanda y Lisboa con varias becas y junto al Instituto Cervantes a Grecia, Tokio, Pekin y Shangai. De igual modo, en sus 20 años de experiencia laboral dentro del mundo del arte y la diversidad funcional, L'Algarenya "también ha trabajado dentro de grupos de arte y terapia con víctimas de violencia de género".

Detalles del cartel

Teresa Martínez explicó en una misiva enviada para su lectura durante la presentación del cartel que su obra es como "volver a la fuente. A lo primitivo y a lo divino. A la materia y el espíritu. Al fuego y al agua. A la transformación de la Semana Santa". La artista indicó que "aquí el pan de oro recobra su simbolismo no sólo como Ente, Gloria, Divinidad, Realeza como decía San Agustín, sino también como material incorruptible como lo es para los cristianos Dios. Los procesos por los que es sometido el oro hasta ese material puro que conocemos, necesita del fuego, otro gran símbolo escondido en el pan de oro, metáfora de transformación y purificación, como los procesos a los que se somete el ser humano para su concienciación y espiritualidad".

L'Algarenya remarcó que "siempre me han interesado los metales y sus procesos como procesos vitales de transformación, la fundición formó parte de mi vida durante muchos años, donde trabajé la alquimia pura de los materiales orgánicos convertidos 'eternizados' en el metal. Aparecer, desaparecer y volver a ser desde otra existencia. En esos procesos muchas veces se pierde algo como la gota de lluvia que se convierte en mar, en su desesperación de llegar en ese precipitarse, a veces desde el dolor, nos unimos en algo más grande. Ese sacrificio también nos recuerda el sufrimiento, el fuego, el proceso vital de crecer y morir, porque si hay algo invetable en la vida además de morir, es el dolor, saberlo transitar será nuestra responsabilidad, hay muchas creencias y recursos para sobrellevarlo pero en el tema que nos ocupa lo llamamos fe".

La pintora señaló que a lo largo de la historia "se le ha dado al oro un gran poder simbólico desde muchas civilizaciones, desde la prehistoria, el Antiguo Egipto, Grecia y su mitología, Roma, los Celtas, América, Lejano Oriente, en todas ellas no solo ha estado el sentido de divinidad y poder, también el medio para llegar al mas allá". Y que la Cruz de Posidonia "nos recuerda el poder de la luz, canal donde transitar lo terrenal y su recta final de la existencia para llegar a lo espiritual. El oro es luz como nuestro mediterráneo, es sol, es fuego, espíritu, transcendencia y elevación del mundo terrenal al lado más místico".

En este sentido, L'Algarenya manifestó que "la incorruptibilidad del pan de oro juega con su contrario, con la materia que se descompone en la cruz, con la parte humana de Cristo, aquí simbolizada en algo tan cotidiano en nuestra orilla del mar como es la posidonia disecada por el tiempo fuera del agua, solo con darnos un paseo en la orilla entendemos su olor, su tacto, su vulnerabilidad y el ciclo de la vida", pues en su lecho marino "es un importante refugio para la vida. Ese agua de mar que también purifica y nos recuerda la llegada del Santísimo Cristo del Sagrario a nuestras costas".

Finalmente Teresa Martínez hacía hincapié en que "en esa fusión alquimica de oro y algas, de materia y espíritu, si llegamos a entender esto, entendemos todo. Recordar lo cotidiano y humano como la materia que nos unifica y somete al paso del tiempo, al dolor y su redención en su manto dorado, es un proceso sanador y liberador. Revivirlo desde los símbolos cristianos es un bálsamo para el alma".

El pregón

Tras el descubrimiento del cartel, el sacerdote José Abellán, que fue el impulsor de la Junta Mayor de Cofradías de Altea pocos meses después de llegar al municipio como párroco, destacó en su pregón que la Semana Santa "es la solemne celebración del Misterio Pascual. Llega la hora en que el Amor de Dios manifestado en Cristo llega hasta el fin. Es la hora en que el Amor triunfa sobre la Muerte. Es la Semana del Gran Paso de Dios". También aseveró que ser cofrade "no solo es cuestión de devoción personal; es en verdad, toda una responsabilidad a 'ser' y 'vivir' como testigos del asombroso e inaudito amor de Dios al hombre. De no ser así, el cofrade sería un mero actor, la procesión teatro en la calle, y la expresión religiosa una manipulación de la Religión".

Abellán hizo una mención especial para cada una de las seis cofradías existentes en Altea: Ecce Homo, Jesús Nazareno, Santo Sepulcro, Santísimo Cristo del Sagrario, Virgen de los Dolores y Virgen de la Esperanza (esta última creada durante el ministerio de Abellán para los niños y adolescentes), de las que destacó el significado de cada una de las imágenes y también afirmó que el Vía Crucis del Jueves Santo es "austero revestido de intimismo, oración y silencio, donde alteanos y visitantes son iguales ante Cristo". El sacerdote señaló que hay cristianos "con fe disminuida cuya opción parece ser la de una Cuaresma sin Pascua. Poco a poco hay que permitir que la alegría de la fe comience a despertarse, como una secreta, pero firme confianza, aun en medio de las peores angustias". Y acabó su anunciación afirmando que "mi pregón quiere finalizar haciendo que mi voz y mis palabras sean capaces de hacer despertar a Altea de su tristeza, de su sueño cansino, que le permitan escuchar las palabras que desde hace dos mil años repite la Iglesia. ¡Aleluya, Cristo ha Resucitado!".