Los regantes de Callosa d'en Sarrià proyectan la creación de una gran balsa y nuevas conexiones para no desperdiciar agua

Treinta comunidades de riego se unen para optimizar recursos y ser más eficientes en la gestión de este recurso | La entidad pide al Consell agilizar plazos para la actuación y que pueda ejecutarse antes de 2026

El conseller de Agricultura junto al alcalde de Callosa y la comunidad de regantes.

El conseller de Agricultura junto al alcalde de Callosa y la comunidad de regantes. / INFORMACIÓN

Conectar todos los recursos hídricos disponibles y poder ahorrar agua además de evitar que se desperdicie ni una gota. Los regantes de Callosa d'en Sarrià tienen sobre la mesa un ambicioso proyecto que servirá para gestionar mejor el uso del agua a la hora de regar y que se realizará por fases. Entre las actuaciones previstas, está la construcción de una gran balsa donde almacenar agua y que sirva para disponer de ella en épocas de menor afluencia.

La entidad ha presentado este jueves el proyecto al conseller de Agricultura, Ganadería y Pesca, José Luis Aguirre, al que han explicado los pormenores de todas las obras y la necesidad de agilizar los trámites que dependen de la administración autonómica para su realización. El presidente de los regantes callosinos, Juan Domingo Cortés, acompañado del alcalde Andrés Molina, ha indicado que para el proyecto se ha logrado la unión de treinta comunidades del municipio.

El proyecto se basa en la construcción de una balsa nodriza de Massatava, con 1,5 hectómetros cúbicos de capacidad, que pueda almacenar el agua proveniente tanto del pantano de Guadalest, de las fuentes del Algar así como de los pozos de Sacos. La intención es estabilizar caudales y presión de las fuentes ubicadas en el municipio y que se pueda distribuir esa agua a todos los campos.

La reunión de los regantes de Callosa con el conseller de Agricultura.

La reunión de los regantes de Callosa con el conseller de Agricultura. / INFORMACIÓN

El objetivo de los agricultores es acelerar los trámites y que las obras puedan empezar a ejecutarse antes de 2026. Ellos asumirán las expropiaciones, pero han pedido al conseller "agilidad burocrática y ayuda económica". El presidente de los regantes ha explicado que el proyecto no es nuevo, sino que se empezó a gestar hace más de dos décadas con el objetivo claro de que sirva para ser más sostenibles a largo plazo pero también más solidarios. "Tenemos previsto el riego por goteo para toda la comarca, el abastecimiento del pueblo de Callosa y poder ayudar al resto si es preciso", ha apuntado Cortés.

Apoyo del Consell

El conseller de Agricultura ha indicado que el proyecto "empieza con la predisposición de todos los regantes, que ha conseguido unificar a una treintena de comunidades de regantes y eso nos parece ya un hito y demuestra el interés que tiene la propia comarca de trabajar en serio en este tema". Así lo ha calificado de "ambicioso" y que servirá para "aprovechar esa agua que en ocasiones sobra y puede conseguirse a un coste mínimo y de interconectar las diferentes fuentes y pozos para, de esta manera, gestionar mucho mejor el agua".

En cuanto al apoyo del Consell en esta iniciativa, Aguirre apunta que lo tendrán y que "evidentemente se tendrá que contar con la ayuda de Fondos Europeos y tendremos que contar con la predisposición de la Unión Europea". Con todo, no se atrevió a dar plazos para la ejecución del mismo.

"Este gobierno de la Generalitat está por la labor de la optimización y el mejor aprovechamiento del agua, es uno de nuestros objetivos, mejorar estas zonas regables, conseguir que haya abastecimiento suficiente para los diferentes cultivos", ha explicado Aguirre.

Beneficio para Callosa

Con todo, los regantes apuntan a que este proyecto traerá otro beneficio a Callosa: el asentamiento de nueva población en el municipio que se interese por la agricultura. "Tenemos un problema de despoblación debido a que la agricultura cada vez es menos competitiva", indica el presidente de los regantes. Así que todos esperan como agua de mayo que la creación de esa balsa y conducciones sea una realidad lo antes posible. Sobre todo, para afrontar situaciones complicadas de episodios de sequía extrema.

Aguirre se ha desplazado también a la parcela experimental de la Cooperativa Agrícola Ruchey, donde ha observado el proceso de recolección de distintas variedades de níspero y los almacenes de manipulación y envasado de la fruta, así como la central de recepción y expedición.