Cien años después del final de Vikingos ha situado Netflix la acción del nuevo spin off dedicado a los bárbaros guerreros del norte de Europa. Un siglo es tiempo mas que suficiente para distanciarse de la anterior serie y poner en el centro del escenario a nuevos personajes que tomen el relevo de Ragnar (Travis Fimmel) , de Lagertha  (Katheryn Winnick), de Bjorn (Alexander Ludwig) y hasta de Ivar (Alex Høgh Andersen). Los nuevos personajes no parecen tener vínculo alguno con la saga de los Lodbrok y es a esta nueva generación a quien les corresponde ahora tomar el relevo sin que echemos de menos el carisma de los anteriores. Y de paso atraer a una nueva legión de espectadores, mientras se intenta mantener enganchados a los fans de la serie anterior. Un objetivo que parece conseguido, a juzgar por el arrollador éxito del estreno con datos que dejan la conclusión de que había ganas de Vikingos.

El sucesor de Ragnar al frente del reparto parece ser Leif Erikson, interpretado por Sam Corlett. Este personaje viene a demostrarnos que la Historia (así, con mayúsculas) puede ser a veces el peor de los spoilers, porque una de las cosas por las que ha pasado a la posteridad es por ser uno de los exploradores vikingos a quienes se les atribuye el descubrimiento de América antes de Colón. Algo que, por lo menos en estos primeros episodios, ni se ha insinuado. La llegada de este pueblo al Nuevo Mundo es algo que ya vimos al final de la serie anterior, por lo que los drakkar podrían cruzar de nuevo el Atlántico en busca de estos territorios en futuras temporadas. ¿Quién sabe? Igual encuentran a los descendientes de Floki.

Al inicio de Valhalla, vemos a un inocente Leif recién llegado a Noruega desde Groenlandia con su hermana y apuntando maneras, ya que sus ideas son cruciales para ir ganado batallas decisivas. Hemos tenido tiempo en esta temporada hasta para dos guerras, una contra los británicos y otra entre los propios vikingos, concretamente conta una facción ultracatólica dispuesta a dar la más cruentas de las muertes a aquellos que consideren herejes. El berserker Jarl Kåre consigue alzarse como uno de los villanos más odiados de esta temporada, interpretado por el nórdico Asbjørn Krogh Nissen. Este sanguinario personaje parece que es el causante del cambio de talante que va a tener Leif en futuros episodios. Parece que su destino va a ser el heredar el legado de ferocidad de su padre, otro legendario y cruel guerrero conocido como Eric El Rojo. Por cierto, que hubo en Vikingos un personaje llamado Eric y que ayudaba a Bjorn en las temporadas finales de la serie. En algún momentos de Vikingos se nos insinuó que este personaje podría ser el propio Eric el Rojo en persona.

El título de heredera de Lagerda sería Freydis, interpretada por la modelo sueca Frida Gustavsson. Es la medio hermana de Leif y llega no tan inocente como él, porque su misión es la de encontrar al hombre que la violó y le dejó una enorme cicatriz en la espalda con forma de cruz. Ella será la encargada de mostrarnos el grado de ferocidad de las guerreras vikingas. Completa el trío protagonista, el personaje de Harald Sigurdsson interpretado por Leo Suter. Es el otro gran protagonista masculino y también posible sucesor de Ragnar porque la Historia le bautizó como el Rey de la Mano Dura o el Despiadado y es su personaje el que sirve para abrir las puertas de la nobleza a los dos recién llegados. Por el momento le tenemos en el papel de mejor amigo de Leif y amante de Freydis. Aunque todo está abierto, porque buscando los años en que vivieron las contrapartidas históricas de estos personajes, las fechas no me cuadran y no parece posible que pudieran coincidir.

Aquí no hay solo un relevo de personajes. También de cadena y de creadores. Vikingos fue una serie originalmente creada para el History Channel, pero acabó en todas las plataformas de pago. Ahora Netflix se ha hecho en exclusiva con su secuela y aspira a rentabilizar su inversión. En cuanto a sus responsables creativos, Michael Hirst se mantiene como uno de los creadores, pero cede los bártulos a Jeb Stuart, guionista de algunos títulos de acción más palomiteros de los 90: la primera entrega de Jungla de Cristal; El Fugitivo; 48 horas más... Y la verdad es que se nota. A los diez minutos del primer episodio ya estamos en plena faena con la masacre del día San Bricio, cuando el rey Etereldo II de Inglaterra ordenó la muerte de todos los daneses asentados en las cercanías de Londres.

El pueblo vikingo clama venganza y la respuesta a esta matanza es la que pone en marcha el argumento de esta temporada inicial. Aunque no hace falta haber visto Vikingos para seguir la trama, de nuevo vemos el peso de las acciones de Ragnar, puesto que fue él quien puso a los vikingos en tierras británicas y también quien posibilitó que la fe católica desembarcara entre el pueblo guerrero. Una fe que está causando cruentas guerras civiles entre los pueblos vikingos. Odios viscerales entre los seguidores de los viejos dioses y aquellos que han abrazado el cristianismo.

Una jugada parecida a esto del relevo hizo Vikingos en su día, cuando despidió a Ragnar y pasó el testigo a sus herederos. Quizá en ese momento fueron algunos los que se bajaron del barco y que podrían ahora subirse de nuevo, al no tener que ponerse al día con episodios anteriores. De momento, la misión de Netflix parece haberse cumplido porque los ocho primeros episodios de la primer temporada han sabido a poco y han caído en un suspiro. Pero es que también hay que tener en cuenta que su rodaje fue afectado de lleno por la llegada de la pandemia, La parte buena, es que la segunda temporada ya está terminada y actualmente se encuentra en fase de posproducción para llegar a nuestras pantallas en algún momento del próximo año. Faltarían otros ocho episodios más para completar los 24 que inicialmente había previsto Netflix. Algo que se ha confirmado esta semana tras el éxito que ha tenido Valhalla en la plataforma, que en seguida se encumbró como uno de los títulos más vistos y ya está renovada hasta la tercera temporada. Hay Vikingos para rato.