Esta lacra social que afecta de los desahucios diarios y sobre todo, los suicidios de personas que no pueden aguantar la presión, de que los tiren de su casa, por no poder pagar la hipoteca. Pues se encuentran en una situación de desempleo y bastante tienen con poder comer, si les queda algún recurso económico.

Esta situación, se está desmadrando, es una vergüenza que los gobernantes y los políticos en general, no pongan remedio a que las personas se quiten la vida, por no poder hacer frente al pago de una hipoteca. La semana pasada cuatro suicidios y esta semana, una mujer se ha intentado quitar la vida, quemándose a lo bonzo en una sucursal bancaria.

Lo primero que deben de hacer ya. Es un real decreto, obligando a las entidades bancarias, que suspendan desde este momento todos los desahucios, hasta que el Parlamento del país, apruebe y legisle una nueva ley hipotecaria, justa y acorde, a los tiempos que corren. Ya que las cosas de palacios, van despacio y la ley puede tardar en aprobarse meses.

Con esta situación, se está creando una alarma social, que enfrenta a la sociedad civil, con las entidades financieras y con los políticos en el poder y este hecho puede ser muy peligroso. Sobre todo, conforme está el patio, con tanta basura y suciedad por limpiar.

Lo que es denigrante como seres humanos, es que permitamos en una sociedad moderna y democrática, que una sola persona se quite la vida, por razones económicas, por no poder hacer frente al pago de la hipoteca. Ya que no se trata de un moroso, se trata de un ciudadano ejemplar, que cuando tenía su puesto de trabajo, pagaba religiosamente todos sus gastos, hipoteca, comunidad, electricidad, agua, impuestos, etcétera.

Esto no puede seguir así, si los políticos que nos representan en el poder, no toman las medidas oportunas con urgencia, porque no les interesa. Ya que de otro modo posiblemente, ya se habría resuelto esta situación, tan dramática que atenaza a la sociedad de nuestros días.

Los ciudadanos estamos hartos, de tantos casos de corrupción y sinvergüencería, por parte de un elevado porcentaje de la clase política. También estamos hastiados de que miren hacia otro lado, dejando los graves problemas que nos afectan muy directamente, aparcados y sin resolver.

Ya está bien de robar, ya está bien de medrar, ya está bien de no tener ética ni conciencia social, ya está bien de no resolver nada, ya está bien de apoyar solo al poderoso, ya está bien de insultar nuestra inteligencia.

Hay que limpiar de un plumazo y de una vez por todas, a los corruptos, que solo piensan en enriquecerse ilícitamente, aprovechando el cargo que ostentan, gracias a los votos del pueblo soberano.

Nuestro país necesita ya, una nueva y renovada clase política. Con ganas de trabajar, con alza de miras, gobernando para todos y por los intereses de toda la ciudadanía y no solo del partido político que representa. Y hasta que no ocurra y se convierta en una realidad. Los problemas que tenemos se irán acumulando y nuestros políticos mediocres, no sabrán solucionar nada, Ya que hay muy pocos, que son profesionales de la política (licenciados en ciencias políticas), si no, un nombre, de algún enchufado, incluido en una lista electoral con intereses puramente partidistas.