Esta pregunta me la suelen hacer con bastante frecuencia. Mi respuesta siempre es: “hasta cierto punto”. En comunicación no verbal se engloban muchos gestos y no todos tienen el mismo nivel de consciencia. Por ejemplo, nadie es capaz de controlar su dilatación de pupilas, ni nos damos cuenta cuando se dilatan. Y sin embargo, nos pueden dar bastante información en el terreno de la seducción o de la detección de mentiras. Éste sería un ejemplo extremo de gesto inconsciente. En el lado opuesto, podemos controlar perfectamente qué ropa nos ponemos. Y eso también da mucha información sobre nosotros. Estaríamos pues ante información no verbal que facilitamos de manera totalmente consciente.

Pero luego, el partido se suele jugar con un montón de gestos semiconscientes. Es decir, gestos que en principio hacemos sin darnos cuenta, de manera inconsciente, pero de los que, en un momento dado, podemos tomar consciencia y controlar. El caso típico de este tipo de gestos es el movimiento de las manos.

Y como muestra, un botón. Tenemos en el vídeo de más abajo un ejemplo típico de cómo Rajoy gesticula con las manos. Podemos ver cómo alterna constantemente las manos: derecha, izquierda, derecha, izquierda, etc. Esto es muy habitual en él.

Este movimiento no podemos decir que sea natural. Lo natural sería gesticular con una sola mano y, en algún momento, cambiar a la otra o mover las dos para enfatizar algo. Pero no es natural alternar tanto las manos. Además, podemos ver muchas veces cómo el gesto, es decir, el movimiento de las manos, va detrás de las palabras. Los gestos semiconscientes como debería ser el movimiento de las manos preceden siempre a la palabra. Esto se debe a que se trata de gestos dirigidos desde nuestra capa cerebral límbica (algunas veces, desde la reptiliana), que se activa antes que la capa cerebral racional, donde se desarrolla el discurso de la palabra.

Estas incongruencias hacen que el discurso se perciba de manera menos creído y por tanto menos creíble. Se percibe ensayado y sin emoción.

Así pues, a la pregunta de si los políticos pueden controlar sus gestos, la respuesta es sí, pero hasta cierto punto.

https://www.youtube.com/watch?v=z5puc0Ln8fM&feature=youtu.be