El Papa Francisco concluyó este domingo su viaje a EEUU. En este trascendental viaje, pudimos ver una escena maravillosa a la llegada del Papa. Un Obama absolutamente humilde, más sonriente y afable que nunca, le daba la bienvenida al Papa, que no se quedaba corto tampoco. ¿En qué podemos fijarnos? En el min. 0'29 puedes ver cómo extiende su mano Obama para darle la mano al Papa. Pone su mano derecha con la palma hacia arriba. Éste es un gesto de sumisión.

https://www.youtube.com/watch?v=gOPU96iL69w

Después vemos cómo ambos se inclinan hacia delante mientras se dan la mano, y Obama le refuerza el apretón con la mano izquierda sobre el antebrazo del Papa. Es un gesto de cercanía. Todo esto con una amplia sonrisa. Obama le está diciendo con su gestualidad: "valoro tu presencia, te aprecio y me situo por debajo de ti". A su vez, Michelle Obama también refuerza su apretón, esta vez poniendo su mano izquierda sobre la mano del Papa.

Cuando damos la mano y reforzamos el apretón con la mano izquierda sobre el brazo del otro tiene una lectura más amistosa cuanto más abajo reforzamos. Cuanto más subimos, más dominante es nuestra posición. El punto extremo sería poner nuestra mano izquierda sobre el hombro del otro. Eso ya no es amistad ni cercanía. Eso es dominancia.

Excelente comunicación no verbal de los Obama y excelentísima comunicación no verbal del Papa Francisco. Pero si me quedo con un momento de su viaje a EEUU, es con el último acto al que asistió Francisco: una visita a una prisión cerca de Filadelfia.

Saludó uno por uno a todos los presos y presas de la primera fila, algunos verdaderamente emocionados. En el vídeo podemos ver cómo uno de ellos no puede reprimirse y abraza al Papa, quien acepta el abrazo de buen grado. Pero fijaos por qué lado le abraza (min. 1'20).

https://www.youtube.com/watch?v=DQ81Bzg5B_Y

Normalmente, y más a la gente que no conocemos, abrazamos empezando por la derecha. Es decir, mejilla derecha contra mejilla derecha. Pero en el vídeo podéis ver cómo el preso abraza al Papa, que acepta el abrazo sin vacilación, por la izquierda. Mejilla izquierda contra mejilla izquierda. Es la emoción la que ha impulsado este abrazo. Abrazamos por la izquierda cuando estamos emocionados. También, en otras situaciones, abrazamos o comenzamos los dos besos de saludo o despedida por la izquierda cuando alguien nos gusta. De ahí que muchas veces se produzca un momento incómodo al ir a abrazar o a besar a alguien y cada uno empiece por un lado (¿te suena la expresión "hacerle la cobra a alguien"?).

¿Pero por qué? Nuestro lado izquierdo, gobernado por nuestro hemisferio cerebral derecho, es el lado más emocional, el más emotivo, el de los sentimientos. Cuando alguien te gusta o sientes afecto por esa persona, le miras más con el ojo izquierdo que con el derecho, hablas de esa persona gesticulando con la mano izquierda, le muestras tu lado izquierdo de la cara. Y, por supuesto, le abrazas por la izquierda.