Hace unos días, Podemos daba un golpe de efecto con un fichaje estrella: el general Julio Rodríguez. Para este militar comienza una carrera, la de las elecciones del 20 de diciembre, en la que va a tener que enfrentarse a numerosos periodistas, entrevistas, debates, etc. Una de sus primeras intervenciones fue la entrevista de ayer para el programa Al Rojo Vivo, presentado por Antonio García Ferreras.

Normalmente, los políticos se acostumbran a que los periodistas les hagan determinadas preguntas reiteradas. En el caso de la formación liderada por Pablo Iglesias, preguntarles a sus dirigentes acerca de la conexión con el régimen bolivariano de Venezuela es algo habitual. Supongo que la emoción en ese tipo de preguntas tan repetidas se va apagando, y las respuestas se convierten en algo automático. Sin embargo, en la entrevista de ayer, pudimos ver un par de momentos que denotan la falta de tablas políticas del General Rodríguez.

Fíjaos primero en el min. 0’55.

https://www.youtube.com/watch?v=PN6YDhSS4VI

El periodista le menciona la asociación Podemos-bolivarianos, y, unos segundos antes de contestar (el gesto inconsciente siempre precede a la palabra), Julio Rodríguez da un paso atrás y vuelve. Hace un aleg. Cuando nos vamos y volvemos (puede ser con todo el cuerpo, como en este caso, con el tronco del cuerpo si estamos sentados, o incluso con la mirada), estamos incómodos. Es nuestra forma de tomar un poco de distancia con algo o alguien que nos molesta o nos agobia. Quizás alguno de vosotros recuerde el aleg de Rajoy justo antes de contestar su famosa frase “¿y la española?” (puedes volver a leerlo pinchado aquí).

Pero, además, en otro momento de la entrevista, nos muestra sus dudas acerca de una tema esencial (min. 5’48).

https://www.youtube.com/watch?v=ejbB8lt1t6k

Cuando Antonio García Ferreras le pregunta si cree que Podemos va a ganar las elecciones, Julio Rodríguez comete una incongruencia no verbal. Mientras afirma “por eso he dado este paso”, niega con la cabeza. Su cabeza dice “no lo creo”, aunque sus palabras digan lo contrario. Este gesto viene acompañado de un movimiento vertical de hombros, que es un gesto que implica duda.

Seguro que en breve, responderá a estas preguntas con mucha más soltura.