El Hormiguero tuvo este lunes pasado a Alejandro Sanz como invitado. Como es costumbre en el programa, Pablo Motos hizo al comienzo del programa una entrevista al cantante, en la que hablaron de todo un poco. Y, cómo no, salió el tema del juicio por el caso Noos. Eso nos ha permitido asistir a un momento no verbal precioso. Mirad primero en el vídeo.

Si os fijáis, a partir del min. 1’20, Alejandro Sanz hace un balance del cuerpo, que implica incomodidad, para después cambiar de posición. Fijaos en la foto:

¿Véis la diferencia entre cómo está sentado Pablo Motos y cómo está sentado Alejandro Sanz? Éste último se está alejando todo lo que puede de su interlocutor. Está haciendo lo que en Comunicación No Verbal Científica llamamos aleg. Puedes leer más sobre el aleg pinchando aquí. Además, está rascando la parte externa de su antebrazo izquierdo. La lectura de este gesto, a esa altura sería algo así como: “el otro me pone nervioso y me protejo”. Si el micropicor se produjera más arriba, la amenaza que sentiría Alejandro Sanz sería más fuerte, porque estaría más cerca de su ego. Pero en esta ocasión, simplemente se trata de un tema del que le incomoda seguramente hablar.

Y, de hecho, cuando acaba de rascarse el antebrazo, deja la mano derecha en la muñeca izquierda, a modo de microfijación (a partir del min. 1’34).

Los gestos en las muñecas están relacionados con la voluntad o no de cambio. Seguramente, en este caso, Alejandro Sanz querría dejar este tema un tanto comprometido para él.

Es más, vemos en el min. 1’44 cómo martillea con la punta de los dedos la mesa. Está impaciente, seguramente por que esta conversación acabe.

Por último, os quiero hablar de una microfijación, que hace en el min. 1’53.

Con el pulgar hacia arriba, sostiene su cabeza con la mano izquierda, dejando el índice en forma de montaña sobre la boca. La lectura de este gesto sería algo así como “no estoy de acuerdo contigo, pero me voy a callar”. Por cierto, fijaos en su mano derecha: está tensa, con el pulgar hacia dentro. El pulgar tiene que ver con nuestra relación con el entorno. Un pulgar que se esconde es el de una persona que en ese momento no está donde querría estar o con quien querría estar.

Alejandro Sanz sonreía y parecía estar siguiéndole la conversación a Motos; no obstante, como véis, Pablo Motos hizo pasar un mal rato a Alejandro Sanz si nos fijamos en su comunicación no verbal. Y es que este tipo de conversaciones en público que conllevan cierta polémica no deben de ser del agrado de muchos artistas que dependen de contratos muchas veces de ayuntamientos, diputaciones,… para realizar su actividad profesional. Y muchos prefieren mantenerse al margen. Hasta que llega Pablo Motos y les tira de la lengua.