Rajoy y el hombre de Brummel

Si el hombre de Brummel, en aquel famoso anuncio de 1988, se la jugaba en las distancias cortas, es en los discursos cortos donde Rajoy da lo mejor de sí mismo.

Ayer estuvo una hora y media hablando. Y, francamente, le tiene que gustar mucho a uno la política para aguantar un discurso monótono (en el sentido más literal del término, es decir, sin cambios de tono), absolutamente plano en cuanto a emoción, sin entusiasmo, sin chispa en definitiva.

Hoy, sin embargo, al tener que ir dando la réplica a unos y a otros, sus intervenciones han tenido algo más de expresividad.

Especialmente simpático ha sido el momento en que se ha dirigido a Pedro Sánchez.

Sus palabras han provocado una sonrisa verdadera de Pedro Sánchez (min. 0'50).

Si os fijáis, se levantan las dos comisuras a la vez y además se mueven los ojos, profundizando las arrugas orbiculares (las patas de gallo). Es decir, que le ha hecho gracia de verdad.

También ha utilizado una de sus famosas muletillas (palabras carentes de significado que se intercalan en el discurso con frecuencia y de las que muchas veces se abusa, convirtiéndose entonces en una especie de tic verbal). Es habitual en Rajoy utilizar el "eh?" cuando hace una broma o bien, al contrario, cuando contesta sobre algo incómodo. En el vídeo anterior la podemos escuchar en el min. 1'22, justo después de decir una broma algo sarcástica sobre el famoso "qué parte del "no" no ha entendido" de Pedro Sánchez.

Por cierto, que me llama mucho la atención cómo consigue el Presidente Mariano Rajoy tener escrita la contestación a sus rivales políticos si mientras estos se dirigen a él, no toma notas y se limita a buscar papeles. No la traerá ya escrita de casa, ¿no? A pesar de eso, sus intervenciones de hoy han sido mucho más apasionadas (dentro de los límites de la sobriedad de Rajoy, claro está) que la de ayer. Y eso es de agradecer.

Para los nostálgicos, os dejo el anuncio de Brummel.