La vicepresidenta de la Generalitat, Mónica Oltra, ha calificado de «paso importante» que el TSJ haya avalado las restricciones del Ejecutivo autonómico desde este domingo. La portavoz del Consell reivindica que se ha buscado siempre la «proporcionalidad y el equilibrio» y que se pueden resumir en el lema de «vida y libertad». Avanza que el horario para de la hostelería permitirá que la gente esté en casa a las 12 de la noche, «como la Cenicienta», aunque no quiere decir, matiza, que a medianoche se salga del bar «sino que a esa hora se está en casa», por lo que el horario de cierre de los establecimientos tendrá que fijarse antes.
«Mantenemos la lealtad institucional pero hay incertidumbres a dos días del fin del estado de alarma»
Hace hincapié en que la Comunidad va a cumplir ocho semanas con la mejor incidencia de España, que se ha tenido en cuenta en las medidas y que están motivadas para salvaguardar la salud y la vida de las personas.
«La gente estará en casa a las 12 de la noche como la Cenicienta, por lo que el cierre se fijará antes»
El alcalde de Alicante aboga por su parte, por ajustar al máximo el toque de queda a la actividad hotelera. Se manifiesta a favor de alargar al máximo la actividad hostelera para facilitar la reactivación económica, garantizando con todos los medios la seguridad sanitaria, al tiempo que lanza una petición al Consell para evitar «incertidumbres innecesarias» al no haber confirmado las medidas de la desescalada a dos días del fin del estado de alarma.
«Las medidas son proporcionadas y serán un balón de oxígeno para la restauración»
«Desde el Ayuntamiento de Alicante vamos a mantener la lealtad institucional, ajustarnos a la normativa en vigor y colaborar poniendo todos los medios para garantizar, en primer lugar, la seguridad sanitaria de todos los alicantinos, y en segundo lugar, las medidas que permitan en la medida de lo posible la reactivación económica de una ciudad que está padeciendo un parón económico y un incremento del paro muy importante», destaca.
Elche, a su vez, mantendrá el protocolo extraordinario policial del toque de queda aunque no haya estado de alarma. El alcalde, Carlos González, apoya las medidas del Consell y cree que son adecuadas y proporcionadas a la situación epidemiológica actual. Considera que serán un «balón de oxígeno» para la restauración.