Antes de intervenir en el ciclo de "Los martes literarios" de la UIMP, la novelista ha explicado que esa "ausencia de intimidad y cotidianeidad" que sufre la prosa en castellano es lo que le empujó a componer su último libro, "Demasiados héroes" (Alfaguara), con un "90 por ciento de auténtico diálogo".

La escritora ha destacado además las "enormes dificultades" de escribir en este tipo de formato que "exigió muchos borradores" pero que, a su vez, le obligó a "olvidar la retórica", lo cual era otra de sus intenciones.

El predominio del diálogo en "Demasiados héroes", una novela en la que una madre y un hijo hablan en la habitación de un hotel y repasan lo acontecido al padre de éste en la dictadura argentina encabezada por Jorge Videla, entre 1976 y 1981, incluso le ha supuesto recibir ofertas para llevarlo al teatro.

Sobre esta obra, Restrepo ha comentado su inquietud antes de presentarla en Buenos Aires, donde, según ha contado "se vive un momento de debate de lo que ha sido la historia de Argentina".

Finalmente, allí fue "muy bien recibida", ya que la publicación de la novela llegó al país en un "buen momento" en el que "los hechos se están discutiendo, sobre todo por parte de los hijos de los militares".

La revisión de lo acontecido era "un saldo pendiente" que la escritora ha afirmado que tenía con el que fue su primer libro, "Historia de un entusiasmo", un reportaje fruto de sus experiencias con el grupo guerrillero M-19 en el que ha asegurado que fue "demasiado indulgente".

Por otro lado, la autora, ganadora del Premio Alfaguara de novela en 2004 por "Delirio", también ha ahondado en los obstáculos con los que se han encontrado los escritores latinoamericanos de su generación, la inmediatamente posterior al conocido como "boom" de la literatura latinoamericana de los sesenta.

"El realismo mágico ha sido para nosotros una dificultad", ha asegurado Restrepo, quien ha lamentado que los escritores latinoamericanos se topan con "la necesidad de catalogar su literatura" y nunca se les da "carta de ciudadanía para la literatura universal".

"Nos pasa también por nuestra culpa, porque abusamos de los regionalismos, y no nos damos cuenta de que debemos tratar de escribir como escritores del planeta en lugar de hacer crónica regional", ha apostillado.

Respecto a la influencia en su obra de su compatriota Gabriel García Márquez, Restrepo ha reconocido que es "obvia e inevitable", ya que se trata de un escritor que "influyó a todos y cambió todo", pero a la vez ha señalado que lo mismo hicieron otros autores "como Cervantes, Quevedo y Góngora", también presentes en su literatura.