Las franquicias de gimnasios invaden San Vicente

Las cuotas 'low cost' de estas cadenas hacen imposible la convivencia con los centro deportivos de toda la vida

La franquicia de gimnasios Fitness Park en San Vicente.

La franquicia de gimnasios Fitness Park en San Vicente. / Pedro Sáez

Qué es mejor, ¿la cantidad o la calidad?; ambas, sería la respuesta ideal. Un dilema personal por el cual gran parte de la población debe verse inmerso debido a los problemas que atañen a su bolsillo o su tiempo y que afectan a la elección de un centro para comenzar a realizar actividad física. Al mismo tiempo que si la perspectiva fuera la contraria, los propietarios de gimnasios más pequeños o familiares buscan un equilibrio entre su supervivencia como negocio y la mejor atención y supervisión como profesionales.

Ahí está el debate interno, apuntarse a una franquicia con cuotas muy asequibles con la garantía de poder huir en cuanto uno se canse o buscar el máximo rendimiento por más del doble y ganar en calidad humana y atención. Hay que colocar las cartas sobre la mesa. Actualmente ya son más de cuatro cadenas de gimnasios las que conviven en el municipio alrededor de los universitarios y los propios sanvicenteros: Altafit Gym Club, Synergym, Fitness Park y la próxima apertura, Forma Sport. Todas captan a potenciales clientes gracias a las "promos", en algunas los precios varían dependiendo de lo que quede de mes, cuantos menos días haya más barato es, no siendo un engaño pero no reflejan a primera vista el precio de una cuota mensual real. Pese a ello, en Altafit, Synergym y Forma Sport la matrícula es gratis algo que muchas personas buscan, y por supuesto sin permanencia. Las cuotas pese a estas promociones rondan los 30 euros.

La atención de los clientes potenciales ya la tienen, por ejemplo, la próxima apertura de Forma Sport llega con una promo preapertura de 3 meses por un euro al día, esta es la franquicia más grande que se va a instalar en San Vicente, 1.800 metros cuadrados con párking incluido en la Calle del Bronce. El propietario del Blume Sport Center y el gimnasio Nak Muay, Jesús Mancheño, dice que ha encontrado la solución a sobrevivir a las franquicias, "he creado una cuota fusión que permite a mis socios por la misma cuota acceder a cualquier actividad que ofrezco, como la sala fitness, crossfit, jiu-jitsu..." Así desde 2019 ha tenido que convivir con dos pandemias, la que todos conocemos y la de las "franquicias", como dice.

Otro caso es el de Leni Bernabeu, propietaria del centro de entrenamiento BeFit, que debe vivir con una situación adversa, se ubica a menos de 100 metros entre el Synergym y el Fitness Park. "No voy a poner cuotas de 20 euros ni loca, este auge de cadenas me ha afectado a la hora de captar clientes", eso dice la propietaria la cual ha puesto en traspaso su negocio, no porque le vaya mal, sino porque no ve la manera de evolucionar rodeada de franquicias.

La franquicia de gimnasios Synergym en San Vicente.

La franquicia de gimnasios Synergym en San Vicente. / Pedro Sáez

Regulación vs libre mercado

La solución para los pequeños propietarios llegaría por regular de alguna manera la oferta, proponiendo precios parecidos para los gimnasios en San Vicente, ante eso, Ricardo Bernabeu, concejal de Deportes del municipio no lo ve igual, "en el poder elegir está la virtud, como Ayuntamiento no podemos limitar las tarifas que pone una empresa en su negocio". Al igual defiende que gracias a la llegada de este tipo de centros "la ciudad tiene mucho movimiento, no significa que no trabaje gente de San Vicente, que apuesten por tener monitores que sean de aquí, un servicio de limpieza o mantenimiento de aquí".

Esta flexibilidad ha creado situaciones complicadas y el dilema de la calidad o cantidad, "una señora me dijo que si le subía la cuota se iba a ir al nuevo", comenta Mancheño, "yo creo que el concejal no ha palpado esta situación, llevo toda la vida luchando, pagando mis impuestos, haciéndole mejoras al gimnasio, añadiendo actividades y no quedándome atrás", añade. Pese a las distintas realidades que viven los propietarios de gimnasios familiares, el concejal apuesta por la libertad, "también hay gimnasios que no son cadenas que están abriendo, todos pueden convivir, esto ayuda a que los hospitales estén menos colapsados y la población tengo más donde elegir, hay hueco para todos".

No opina lo mismo Leni, para ella estas cuotas 'low cost' "tiran por el suelo el trabajo de otros profesionales" y que "valemos más que la cuota que ofrecen", además dice que "hay clientes que vienen de otros gimnasios y me dicen que no les ha gustado porque quieren atención y allí no se miran ni a la cara". Esta situación también está creando un baile de sillas, en este caso bancos, Mancheño reflexiona acerca de esta "guerra que han creado las propias franquicias entre ellas", "sí que he visto a gente que estaba conmigo yéndose a otro gimnasio, se llena ese centro y cuando abre otra cadena hay un trasvase", dando a entender que cuando un gimnasio de este tipo se masifica y coincide con la apertura de otro hay un cambio de socios importante.

Pese a que vaya a abrir en cuestión de días el, a priori, coloso de las franquicias por espacio y accesibilidad, la situación no parece cambiar, "he puesto en venta mi local, no quiero estar rodeada de cadenas con las que no puedo competir, es una putada, me da miedo, tengo ya 41 años y sé que aquí no me voy a jubilar", confiesa Leni. A la vista salta que la situación de los pequeños empresarios desde hace unos años les está costando dinero y horas que deben invertir en nuevas ofertas más asequibles o más unificadas para que los sanvicenteros escojan cantidad antes que calidad.

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