Las sociedades musicales de la Comunidad Valenciana han llegado al convencimiento de que la Generalitat no tiene ninguna intención de alcanzar acuerdo alguno para mitigar la asfixia económica a la que las políticas de la conselleria de Cultura las está sometiendo, por lo que han decidido pasar a la acción. Así lo explicó ayer en Alicante el presidente de la federación de Sociedades Musicales de la Comunidad, Josep Francés Almería, quien informó a este diario de que el consejo intercomarcal ha aprobado un calendario de movilizaciones que culminará con un acto reivindicativo el 23 de octubre en Valencia. Por en medio, reuniones informativas con los miles de afectados, campañas para sensibilizar a la población de sus problemas y movilizaciones comarcales.

Tras las recientes protestas del mundo de las artes escénicas son ahora las bandas las que toman el testigo. El motivo, el mismo: el recorte de las ayudas y el incumplimiento de lo pactado entre los representantes de las bandas y la administración autonómica.

"No nos llega ni para el autobús", asegura Almería, quien resume la relación entre los músicos y la Generalitat de los últimos seis meses como una historia de "incumplimientos, recortes, engaños y silencios". El problema afecta a un colectivo de 525 sociedades musicales, que o bien tienen una escuela de música o una escuela de educandos. "Hablamos de un colectivo 40.000 músicos, 60.000 alumnos y 4.000 profesores, es un tejido que se ha ido formando durante mucho tiempo. En el año 2009 se han hecho 420 conciertos con solo 282.000 euros". Se refiere el presidente de la Federación al dinero de que disponen para los programas de intercambios y que el año pasado sufrió los primeros recortes por decisión unilateral de Cultura. "Había un gasto comprometido pero nos pasaron dos resoluciones por fax informando de que se acortaban un 20%, fue el primer toque de atención, que vino seguido de una reducción presupuestaria del 10%. Los programas se han tenido que reducir un 27%, el presupuesto de la Federación un 40% y hemos tenido que despedir gente", agrega Almería. "Lo que sucede es que las propias sociedades musicales están sufragando de sus bolsillos el coste de ese programa de intercambio, decir que eso es compromiso cumplido es demagogia".

Los músicos no entienden que justo cuando empieza a tramitarse el expediente para considerar Bien de Interés Cultural (BIC) a estas sociedades, cuando la misma conselleria las promueve ante la UNESCO como ejemplo de buenas prácticas o cuando Colombia desea copiar el modelo musical valenciano, "aquí nos diga un alto cargo que "somos un colectivo que no debería dotarse tanto". "Realmente hay una falta de prioridad frente a los grandes eventos como la Fórmula 1, Ciudad de la Luz, Copa América, etc y así se nos manifestó. Nos dicen que como lo nuestro no va a desaparecer, pues lleva 200 años, siempre habrá un señor Paco que continuará dando clases, y así ocurre. Ahora, el grado de desarrollo que se había alcanzado se ha frenado, esto implica que el colectivo vuelve 40 años atrás".