No son la SGAE, Virgin Records ni Alejandro Sanz, pero viven de la música tanto como ellos. La acción conjunta de la crisis económica, las polémicas descargas de Internet y el fenómeno de la fragmentación de las audiencias han conducido a las casas disqueras al despido masivo de cazatalentos y a prescindir de apuestas demasiado jóvenes o arriesgadas en su cartera de artistas. La consecuencia es que grabar un disco es más difícil que nunca. Los músicos no llegan al estudio. Y el equipo se llena de polvo.

El fenómeno también se deja notar en la provincia, donde existe un buen número de estudios de grabación con trayectoria y honorarios muy diversos. Mientras José Manuel Sáiz, propietario de Estudio Sacramento, la sala más importante de Alicante y una de las grandes del país, pasa apuros pero se mantiene "gracias a que llevo muchos años en esto"; los estudios de menor recorrido se ven obligados a innovar y a adaptarse para sobrevivir.

Estas instalaciones, profesionales en equipamiento y personal, no son, sin embargo, lo bastante atractivas para las discográficas y las estrellas pudientes. Su clientela potencial suelen ser grupos semiprofesionales o bandas noveles, de la provincia o de zonas cercanas, con más repertorio y ganas que presupuesto. Músicos que no pueden permitirse pagar 6.000 euros para grabar un disco "en estudios como Sacramento", como explica Gabi Cano, propietario del complejo de locales de ensayo con estudio de grabación Nave Iguana, en el polígono Canastell de San Vicente del Raspeig.

La nave de Cano, Black Stage Studio de El Campello, R-Track Studio de Sant Joan o el estudio MTX de Elche son algunas de estas empresas del sonido que han adaptado su oferta a los tiempos: productos orientados a la promoción en sitios web como Myspace (todavía la red social más popular entre los músicos) y que permiten grabar una canción por 50 euros; maquetas exprés por 150 euros o sesiones de mezcla y masterización profesional de una grabación casera por menos de 80 euros. Éstas son algunas de las medidas que los estudios de Alicante han tomado para mantenerse en la era del bajo coste.

"Volver a lo antiguo"

Fast Recordings (Grabaciones Rápidas) es la respuesta de la Nave Iguana a las dificultades que castigan a un estudio medio. La mayoría de estos negocios mantienen un precio por hora de trabajo, ya sea en las labores de grabación o producción, de 20 euros. Un precio demasiado elevado para un grupo inexperto que necesita tiempo para cuadrar tiempos y acordes en su primera grabación, porque la manera habitual de registrar el sonido es separar a los instrumentistas y recoger, uno a uno, sus partes de cada canción.

La idea de Cano consiste en hacer grabaciones en directo, con toda la banda tocando a la vez instrumentos preajustados en la sala para ahorrar tiempo. El pack "fast recordings" se compone de una sesión de una tarde para grabar y otra para mezclar. "Si el grupo suena bien, en dos tardes te grabas un disco por 150 o 200 euros", explica el técnico, quien dispone de un instrumental completo preajustado con los controles. ¿La ventaja? "Es una vuelta a lo antiguo, a las grabaciones de antes, en las que todos tocaban a la vez. Tiene el "feeling" de tocar mirándole la cara al otro. Es chulísimo aunque haya imperfecciones, y siempre puedes coger alguna hora extra para repetir un solo". La mezcla, donde se ajusta el sonido de cada instrumento, se trabaja como si cada miembro de la banda hubiese tocado solo en la sala.

"Graba tu canción por 50 euros". Es la publicidad con que se presenta el recién nacido Black Stage Studio de El Campello, un "estudio reformado con equipo profesional", como apunta Luis Varó, su técnico y propietario. Esta oferta de lanzamiento afirma que "la oferta está pensada para grupos que no tienen mucha economía", de manera que este precio se mantiene "hasta que esté terminada la canción". El resultado se entrega en un CD de audio corriente o bien en formato digital wav, que permite tanto manipular la grabación posteriormente como transformarla en archivos digitales más ligeros. Como el mp3, el formato en el que están comprimidas la mayoría de las canciones que ofrecen los reproductores de páginas web o redes sociales como Myspace. Grabación y promoción de tu música por el precio de unas zapatillas de moda.

"La tarifa de 20 euros la hora es la estándar, aunque depende del estudio al que vayas puedes grabar las baterías con comodidad y meter 60 pistas en un tema o encontrarte con que la batería no cabe en la sala y ni las guitarras en los amplificadores", reflexiona Antonio Carabante, dueño del estudio R-Track de Sant Joan. Desde discos producidos para ser emitidos en radios nacionales hasta demos sencillas, R-Track ofrece técnicos especializados en diferentes estilos musicales para agilizar la grabación y el entendimiento entre la banda y el responsable de recoger su personalidad musical. "La mayoría piden un fin de semana para grabar. Antes un disco se hacía en un mes, ahora lo tienes que hacer en ocho días", explica este productor quien asegura haber grabado en su estudio un disco "de 12 canciones en apenas dos horas". Su apuesta es mantener el precio base ofreciendo calidad a los mandos de los controles, en las instalaciones y en el equipo. "Acabo de comprar una mesa de válvulas de vacío, justo lo contrario de lo que se lleva, pero que es compatible con los formatos digitales que piden", afirma Carabantes.

MTX, localizado en Elche, es uno de las opciones más populares entre las bandas de la provincia de rock, metal, pop y hip hop. Compaginan servicios profesionales con precios que rondan los 500 euros por la grabación completa de cuatro temas con la posibilidad de mezclar pistas instrumentales y vocales, recogidas con equipos domésticos, por 70 euros. "Así se ahorran el estudio y se llevan sólo la mezcla en CD o digital", afirma su técnico Ángel García.

Como ocurre con las aerolíneas low cost, renunciar a determinados lujos al grabar un disco o en una maqueta puede marcar la diferencia entre gastar o ahorrar recibiendo un mismo servicio.